Los responsables de la imagen de la monarquía borbónica deben estar con los nervios cual cuerdas de violín. Después de la portada de la holganza remunerada vino la de la polinización y ahora Anasagasti asegura que Gran Bretaña es un verdadero sistema democrático y el español una cuchufleta: «Aquí se ríen de nosotros a cuenta de los derechos históricos y resulta que el derecho histórico de una pandilla de vagos, eso es intocable. Por eso lo que más me ha gustado ha sido eso de que el Príncipe Felipe diga que ese es su único trabajo».

Enumera Anasagasti sus encontronazos con los Borbones reinantes: «Mi última discrepancia con esta familia fue durante el discurso del Rey en el 30 aniversario de las primeras elecciones democráticas con el video encargado por Marín que era una página de la revista `Hola' pareciendo que lo importante había sido lo que había hecho el Rey y no la gente con su voto y, antes, en la entrega de los Premios Carandell en el Senado donde no logré le pusieran de número 1 al presidente del Senado que era el anfitrión y le pusieron de número 2. (...) La cortesanía con esta familia es enfermiza y de ahí esa obsesión, cubierta de silencio, de decir que es la Institución más valorada». A éste no le van a mandar ni tarjeta por Navidad.

Y Anasagasti se sube a la parra: «Esta es pues una familia impresentable, rodeada de censura de prensa y con un nivel de empalago de la mayoría hacia una institución caduca que clama el cielo. Se me dice que es mejor eso a que el presidente sea Aznar y les contesto que si lo fuera Aznar sería por el voto popular y a este lo puso ahí Franco, un general asesino y golpista...». Mira, lo de que lo puso Franco es verdad. Lo pone hasta en los libros escolares.

Y para rematar, dos puntadas con hilo: «Ese es el verdadero escándalo de esta semana. No la caricatura que está muy bien sino que toda la familia con el presupuesto público veranee de gorra dos meses, Marichalar incluido. Y ahora, esta semana, con yate nuevo (...) el Borbón ha estrenado otro Bribón». Y la sentencia, claro: «España sigue siendo diferente. Pero si sigue así, la estancia de esta familia en La Zarzuela y en Marivent, tiene fecha de caducidad. Que la gente empieza a despertar». ¡Qué republicano está Anasagasti!