Se empiezan a barruntar los acordes del himno del «Patroi handia» de los giputxis y está uno con la camisa que no le llega al cuello: todo parece indicar que se ha cruzado en nuestras azarosas vidas una de espías. Hacía ya tiempo que no citábamos en esta columna el, hasta hace unos meses, tema casi obligado del sumario 18/98, pero mientras esperamos pacientemente a conocer la sentencia, llegan a nuestros oídos noticias que recolocan el asunto en otra dimensión. Esta misma semana han detenido e ingresado en prisión a un tal Florez, espía de los servicios secretos españoles y supuesto doble agente por un puñado colmado de dólares, y nada menos que de la otrora pérfida Rusia. Auténticamente de película. Pues bien, en fuentes episcopales, habitualmente muy informadas sobre este tipo de asuntos turbios, se cuenta que el Sr. Florez estuvo destinado en el celebérrimo cuartel de Intxaurrondo y que intervino en operaciones contra la izquierda abertzale, y más concretamente contra Batasuna y contra la asociación europea Xaki. Y resulta que las sesiones del juicio del 18/98 tu- vieron que suspenderse un día ante la incomparecencia de uno de los guardias civiles que intervenían en calidad de peritos propuestos por las acusaciones. Y no se pudieron reanudar hasta que se le localizó y se le ordenó que regresara a la sala de vistas. Estaba en el aeropuerto esperando un vuelo con destino a Rusia. Puede que sea una simple casualidad, pero no me negarán que añade más morbo aún, a un asunto tan embrollado. Veremos las novedades que nos depara el tema, que seguro que en la sequía informativa del «ferragosto» saltan más liebres.

En otro orden de cosas, emocionante la situación en Nafarroa, aún sin gobierno y con las intrigas palaciegas funcionando a toda pastilla. Está el tema al pil- pil en esta prórroga que se han concedido y no sería de extrañar que la cosa acabe a penaltis o en forma parecida a la elección del diputado general de Araba, cambiando el voto o sacando blancas para despistar al contrario, que parecía más una partida a los chinos que otra cosa.

Revuelta la situación en Catalunya. Se les ha ido la luz, sobre todo en el PP: ha dimitido Piqué, ayudado por el sugerente método de la patada en el culo. Pique a quien pique no era de extrañar, porque Acebes ha descubierto que aunque fuera hijo de alcalde franquista, el ex presidente de la franquicia catalana del PP llegó al partido procedente de Bandera Roja, con parada en el PSUC. Un comunistón.

Han secuestrado una revista. No es cosa del otro jueves. Ya pasaron cosas peores con «Egin», «Egunkaria», etc. Muchos creyeron que no iba con ellos, pero va con todos. Y va ahora Anasagasti, y se desmelena.

También el que suscribe se desmelena, que llegan las vacaciones. Me voy a subir tresmiles bajo la dirección del equipo médico habitual, que quiero llegar a la temporada de otoño con el hematocrito al límite. Que lo paséis bien, majetes.