Mientras en el seno del PSN toma fuerza el debate sobre la estrategia de negociaciones postelectorales que han escenificado Fernando Puras y Carlos Chivite, el presidente de UPN, Miguel Sanz, afirmó ayer estar esperando «con absoluta tranquilidad» la decisión que tome la federación navarra del PSOE en relación a un posible acuerdo entre ambas formaciones para conformar el Gobierno de Nafarroa.

«No es un tema que dependa de nosotros», comentó, para reiterar que no presentará su candidatura si no tiene «la garantía de tener más votos a favor que en contra» e, incluso, añadió que tampoco lo hará «si no existe una cierta garantía o compromiso de estabilidad institucional para esta legislatura».

Sanz, que ha cumplido dos meses como presidente en funciones del Ejecutivo navarro, admitió que ve «más factible» y «quizá un poco mejor» la idea de que se forme un Gobierno liderado por UPN, y aseguró que no tiene la «obsesión» de continuar en el poder «a cualquier precio».

Tampoco aclaró mucho respecto a la posibilidad de que se convoquen nuevas elecciones si el 18 de agosto no hay un candidato a la Presidencia: «Yo ni la descarto ni la he descartado». Si bien indicó que la convocatoria de nuevos comicios «sería un fracaso de la clase política», también puntualizó que «en cualquier caso» los dirigentes de UPN no serían «los responsables». Llegado a este punto, intentó azuzar la división en el PSN: «El responsable sería quien no es capaz de eliminar las muchas frustraciones que, sin duda, existen en el seno del PSN y quien, en definitiva, no es capaz de posibilitar la conformación de un nuevo gobierno después de más de dos meses de haberse celebrado las elecciones».

Moncloa, en la indefinición

Mientras tanto, desde Madrid se contribuye a fomentar la imagen errática de los dirigentes del PSN. Ayer, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que aún queda una «fase de diálogo» en las negociaciones para formar gobierno en Nafarroa, aunque advirtió que los acuerdos son posibles sobre «coincidencias» y «si no, pues no». Tras las obviedades, no desveló cual será la postura final del PSN.

El inquilino de La Moncloa -el responsable último, como líder del PSOE, de la ruptura de las negociaciones con NaBai- llegó a presentar el actual panorama en positivo, al señalar que «se está dialogando entre partidos sin insultos y sin decir de nadie que está poniendo en cuestión Navarra ni que está traicionando a nadie; eso ya está siendo muy positivo y el factor fundamental de esa nueva situación, sin duda alguna, es el PSN».