Retorno al pasado y regreso al futuro: dos viajes complementarios
Xabier PORTUGAL
Los títulos cinematográficos contenidos en el titular de este artículo, y que nos recuerdan los respectivos films de Jacques Tourneur y Robert Zemeckis, sólo pretenden ser referencias orientativas a la hora de comentar algunos de los conciertos del pasado jueves.
Sin duda alguna, la música de Isaac Hayes (Tennessee, 1942) forma parte de la banda sonora de la vida de muchos de los aficionados que acudimos a escuchar al creador del sonido Memphis. En aquellos primeros años 70 su música y principalmente la que compuso para «Shaft» supusieron para la población afroamericana una fuerte inyección de autoestima.
El compositor de éxitos como «Soul man» y «Thank you», que llevaría a las más altas cimas del racking el dúo Sam & Dave, consiguió desde el inicio del concierto que el público cayera rendido a sus pies, para discurrir, a partir de ese momento, según los cánones del más puro espectáculo norteamericano. Una vigorosa sección rítmica, un trío coral, en el que destacaba la voz de Rhonda Thomas, sobre todo en su interpretación de «I'll never fallin love again», y tres teclistas que cubrían todos los campos de la orquestación (sección de metal, flauta, sintetizadores, etc.), aunque en honor a la verdad hay que decir que echamos en falta el sonido de una verdadera sección de metal, contribuyeron a que el concierto dejara satisfechos a los numerosos espectadores que habían acudido al Kursaal.
Por su parte, el líder hizo gala de su peculiar manera de desgranar las palabras a la hora de cantar. Su estilo casi está más cerca de un recitativo que de una canción, pero él consigue envolver sus temas con un sonido personal que nos hizo viajar a través del tiempo. El público, puesto en pie, supo agradecer el trabajo del grupo, y abandonó el auditorio, resignado y a la vez agradecido por haber tenido la ocasión de poder seguir admirando a una de las leyendas de nuestra juventud.
El Jazz vasco, una realidad que se consolida
Por la noche, tras haber disfrutado del conciertazo del bajista Marcus Miller y haber pedido perdón a las musas del Olimpo por perdernos el concierto de la Viena Jazz Orchestra, una visita a la playa de la Zurriola para poder conocer en vivo la música del sexteto de Ivan San Miguel, que con su atrayente hard-bop, nos recordaba que en Euskal Herria no solamente se escucha jazz, sino que también hay mucha gente dispuesta a interpretarlo y además con clase. Es cierto que los Festivales de Jazz (Getxo, Gasteiz y Donostia, principalmente) no dejan de ser un atrayente archipiélago en medio de un mar que a lo largo del año ignora, en gran parte, este estilo musical, pero también constituyen una interesante plataforma para las nuevas generaciones de músicos que han encontrado en el jazz un excelente medio de expresión.
Ocho grupos vascos en la Playa de la Zurriola, The Cherry Boppers en la Plaza de la Trinidad, y la presencia del cuarteto liderado por el saxofonista navarro Pedro Iturralde sobre el escenario del Teatro Victoria Eugenia así lo atestiguan.
Intérprete: Isaac Hayes.
Fecha: 26.7.2007.
Lugar: Auditorio del Kursaal (Espacio Kutxa).
Hora: 18:30.