El Pleno extraordinario del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada, Rioja, rechazó los planteamientos y las medidas de la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino que ha propuesto Bruselas «ya que ataca las bases fundamentales del sistema europeo de las denominaciones de origen que vertebran la producción de vinos de calidad, poniendo en grave peligro el mantenimiento de la estructura socio-económica de numerosas regiones, incluida Rioja». El Consejo trasladará su posicionamiento ante las instancias decisorias en el Estado español y en la UE, en defensa de su actual modelo de Denominación. Como objetivo más inmediato, el Consejo elaborará una propuesta alternativa a la actual redacción del articulado.

Según el análisis del Consejo, la Comisión Europea «evalúa mal la situación, interpreta erróneamente los desequilibrios y diseña unas medidas inadecuadas que, contradiciendo algunos de los objetivos que dice pretender, causarían muchos más daños que beneficios, en particular en las Denominaciones de Origen, ya que la esencia del proyecto de nueva regulación consiste en su práctico desmantelamiento». El Consejo rechazó especialmente la liberalización de plantaciones «que, en el peor de los casos, debiera contemplar la atribución a las denominaciones, o en su defecto a las autoridades, de la facultad de gestionar el comportamiento de la masa vegetal».

También se opone a «simplificar las reglas de etiquetado de vinos, demandando que se recupere el régimen actualmente en vigor». En tercer lugar, criticó «la insuficiente dotación de fondos que apoyen la promoción en el mercado comunitario».