Ibarretxe ya no nombra a EB entre los llamados a «liderar un proyecto sano»
Después de que Ezker Batua apoyara el jueves al candidato del PSE a diputado general de Araba, y no al presentado por el tripartito, después de los problemas surgidos en las Juntas Generales de Bizkaia y después de la elección de la mesa de las Juntas de Gizpuzkoa, ayer el lehendakari ya no citó expresamente a EB entre los partidos que deben liderar el proyecto político en la CAV. Juan José Ibarretxe habló de PNV y EA y mencionó a «otros partidos». Es un detalle.
Iñaki IRIONDO
Nadie quiere hablar abiertamente de crisis, pero salta a la vista que las aguas bajan algo revueltas y turbias en el tripartito del Gobierno de Lakua. Ayer, por primera vez en años, a su máximo valedor, el lehendakari, no le pareció conveniente mencionar a EB entre los partidos que tienen «la responsabilidad de liderar un proyecto sano que regenere y recupere la confianza de la sociedad vasca en la política». Juan José Ibarretxe habló de PNV y EA, «junto a otros partidos». No hubo mención al tripartito como «cauce central» o «columna vertebral» de la sociedad vasca.
Es cierto que el lehendakari hizo esta mención en el marco de una recepción a la Diputación Foral de Gizpuzkoa, compuesta por PNV y EA, y que, tras sus declaraciones, fuentes de Ajuria Enea precisaron que Juan José Ibarretxe incluyó «también a otros partidos» y que no pretendía «ir más allá ni crear una crisis de gobierno», pero a nadie se le escapa tampoco que estas cosas no se dejan a la improvisación y que la actitud que ha mantenido Ezker Batua en la composición de los entes forales ha irritado a sus socios de tripartito, tanto al PNV como también a EA.
Hace un mes, el 26 de junio, cuando a raíz de la constitución de los ayuntamientos y las JJGG de Gipuzkoa -donde EB dio al PSE la presidencia- los partidos del tripartito se cruzaban acusaciones de estar debilitando la coalición, el lehendakari, en lugar de ponerse de parte de su partido, aseguró que seguía «confiando en este proyecto» y anunció que seguiría «liderando este país» no solamente durante los dos años que restan de legislatura, sino que «lo va a liderar también después del año 2009».
En esos momentos difíciles y a lo largo de los últimos años, Juan José Ibarretxe ha explicitado continuamente que considera que «el tripartito más Aralar» constituyen «la columna vertebral de este país».
Sin embargo, ayer se limitó a decir que «corresponde fundamentalmente a PNV y EA, con otros partidos políticos, liderar un proyecto sano que recupere la confianza de la sociedad vasca en la política». Refiriéndose a los miembros de la Diputación de Gipuzkoa, señaló que tras ella están dos partidos, PNV y EA, «que conjuntamente con otras formaciones políticas vamos a dirigir los destinos de este país, en Gipuzkoa, en Bizkaia, en Alava y desde el Gobierno vasco». Si, como se señala desde Lehendakaritza, no se trató de un toque de atención a EB, bastaba con que lo hubiera nombrado explícitamente. A fin de cuentas, en el tripartito no hay «otros partidos», está Ezker Batua.
Acusaciones de «deslealtad»
El contexto de la omisión que hizo el lehendakari en su discurso es sumamente significativa. En una semana el PNV ya ha acusado por dos veces de «deslealtad» a Ezker Batua.
El pasado viernes 20 de julio El Bizkai Buru Batzar denunció «la deslealtad de EB al estar impulsando un nuevo tripartito, junto con el PSE y el PP, en las Juntas Generales de Bizkaia. El acuerdo que está propiciando EB, a espaldas y excluyendo deliberadamente al PNV, establece un compromiso de actuación conjunta de las tres fuerzas políticas en la Mesa de Juntas Generales de Bizkaia». Cuatro días después, el EBB insistía en que EB había confirmado «su estrategia de conformar un nuevo tripartito en Bizkaia junto con el PP y el PSE», y añadía que esto «confirma la posición y la actitud desleal que desde hace algunos meses está manteniendo EB en este territorio».
El jueves, en las Juntas Generales de Araba, Ezker Batua decidió dar su voto al candidato del PSE para diputado general de Araba, Txarli Prieto, en lugar de apoyar a Xabier Agirre, que era el que este partido había apoyado con su firma junto a PNV y EA. El portavoz de EB, José Miguel Fernández, explicó que Agirre sabía que su apoyo dependía de que consiguiera un acuerdo con el PSE. Lo que todavía no ha explicado EB es a cambio de qué voto a Txarli Prieto, puesto que si lo que buscaba era propiciar un acuerdo entre PNV y PSE es evidente que éste no se dio y pese a ello lo votó.
A raíz de este cambio de alianzas, Xabier Agirre acusó a EB de «deslealtad y deserción» durante el pleno de investidura. Y ayer lo repitió en declaraciones a Radio Euskadi. El ya diputado general de Araba denunció que EB «parece que estaba negociando con el PSOE un tipo de acuerdo y, al mismo tiempo, otro con el PNV».
Desde esta óptica, es evidente que EB no formará parte del próximo gobierno foral alavés. «A priori no contemplo que EB tenga cabida en el gobierno foral, no lo contemplo yo y parece que tampoco lo contemplaban ellos en el pleno de investidura», puntualizó Agirre.
EB se defiende
El portavoz y único procurador de EB en las JJGG de Araba insistió ayer públicamente en que su posición no había sido una deslealtad con el tripartito. Aseguró que votó al PSE «sabiendo que iba a salir Xabier Agirre diputado general», y lo hizo porque, según dijo, «EB no actúa por sillones, sino por programa y nuestra apuesta fue una Diputación transversal». Además, con ello perseguía «evitar un pacto entre PSE y PP».
Abundando en sus explicaciones, Fernández afirmó que su actuación fue para «romper los dos frentes existentes» y llegó a decir que, de este modo, ahora el nuevo diputado general de Araba, Xabier Agirre, tiene «un espacio nuevo para el encuentro». Incluso no vio imposible entrar en un futuro gobierno foral junto a PNV y EA, aunque apuntó que para eso «deberá consensuar un programa».
Según Fernández, la opción que tomó de no votar a Agirre y votar al candidato del PSE, Txarli Prieto, es una decisión «coordinada y compartida en todo momento por la dirección de EB en Euskadi y por su dirección en Álava».
Recordó que tampoco EB ha entrado en las dos últimas legislaturas en los gobiernos forales de Gipuzkoa y Bizkaia y no por eso ha acusado de deslealtad a sus socios.
Azkarraga pide explicaciones
El tercer socio del tripartito, EA, ya se mostró muy crítico con la actitud de EB durante el pleno de investidura. Su portavoz, Mikel Mintegi, reprochó directamente a José Miguel Fernández su actuación.
Ayer fue el consejero de Justicia y hombre fuerte de EA en el Gobierno de Lakua, Joseba Azkarraga, quien tomó la palabra desde Sudáfrica. Destacó que al tripartito «hay que reforzarlo desde decisiones» que se adopten «día a día» y advirtió de que «quienes hayan optado por otras opciones», en referencia a EB, «son los que tienen que explicarse».
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Azkarraga manifestó que su partido está «con la conciencia muy tranquila», en relación «a cuál ha sido su actuación en este ámbito». De este modo, añadió que PNV y EA «han cumplido sus compromisos, en la Diputación de Gipuzkoa, hace dos días, y en la de Araba ahora».
Como puede comprobarse, si no hay una crisis se le parece mucho. Y cabe recordar que para el pleno de política general de setiembre en el Parlamento de Gasteiz el lehendakari y el tripartito se han comprometido a impulsar conjuntamente iniciativas políticas de calado.
Tras su disputada elección del jueves, el nuevo diputado foral de Araba, Xabier Agirre, ha comenzado a esbozar cuáles serán sus líneas de actuación. Y el primer paso ha sido tender la mano al PSE para, entre ambos partidos, dotar de estabilidad a la Diputación y al Ayuntamiento de Gasteiz, instituciones que cada una de las formaciones gobierna ahora en minoría.
En una entrevista concedida en la mañana de ayer a Radio Euskadi, Xabier Agirre señaló que la actual situación «es complicada» porque sólo cuenta con el apoyo de los 16 procuradores de PNV y EA, pero recordó que «el anterior equipo de Gobierno del PP ha estado gobernando ocho años en minoría (los últimos cuatro también con 16 junteros) y tampoco el presidente Zapatero tiene mayoría para gobernar».
A la hora de buscar acuerdos futuros, Agirre indicó que «lo que ayer no fue posible con el PSOE quizá pueda serlo en otro momento», puesto que este partido, «como responsable del Ayuntamiento de Vitoria, va a necesitar estabilidad, algo que el PNV ya le ofreció desde el primer momento».
Avanzó que «le gustaría» que los alaveses «noten otro estilo de hacer política» tras el cambio del PP por el PNV al frente de la Diputación. «Espero que sea una nueva época que no esté marcada por la crispación, el enfrentamiento y la práctica del amiguismo político», declaró.
Xabier Agirre afirmó que «lo más urgente» es reunirse con EA «para analizar algunos flecos del programa de gobierno e ir pensando ya en nombres para la conformación de la Diputación».
Entre tanto, desde el Partido Popular se acusa al candidato del PSE, Txarli Prieto, de «apartar a su partido del constitucionalismo» y de apostar por el soberanismo en este territorio. El presidente alavés del PP, Alfonso Alonso, criticó al PSE por acordar con partidos independentistas, como Aralar, y se mostró «profundamente decepcionado» por la interlocución con los socialistas.
Txarli Prieto, por su parte, anuncia para hoy una comparecencia pública. El jueves escapó de las JJGG sin hacer declaraciones, después de haber estado días dando por segura su elección como diputado general.
Fuentes de Ajuria Enea trataron de restar importancia a la omisión de la sigla de EB en el discurso, pero Ibarretxe siempre ha cuidado estos detalles y en el tripartito, además de EA y PNV, no hay «otros partidos».
Ezker Batua no considera que haya sido desleal con el tripartito y hasta asegura que su voto al PSE puede facilitar al jeltzale Xabier Agirre «un espacio nuevo de encuentro» con el partido de Txarli Prieto.
Xabier Agirre ya ha anunciado que no cuenta con EB para la conformación de la Diputación, pero este partido no lo ve imposible aunque advierte de que se «deberá consensuar un programa».
El portavoz de ANV en las Juntas Generales de Araba, Aitor Bezares, y su compañera de grupo Alaitz Etxebarria destacaron ayer que trabajarán para que su cumplan cuanto antes sus demandas de creación de un Departamento de Euskara y de democratización de la representación de la Diputación en Caja Vital, dos propuestas que los portavoces del PNV dijeron aceptar durante el pleno de elección del diputado general.
En una rueda de prensa ofrecida ayer, los junteros abertzales se mostraron satisfechos por haber logrado el objetivo de «evitar que el PSE se hiciera con la institución para ponerla en contra de una solución democrática». Bezares y Etxebarria destacaron que no podían consentir el acceso al poder de quien «ha tirado por la borda la mejor oportunidad para la resolución del conflicto».
ANV destacó que esto no significa que «demos por bueno el gobierno del PNV», pues la formación independentista considera que Xabier Agirre no va a contradecir las directrices de un Josu Jon Imaz «que mira constantemente a Madrid» y que «está en contra de la solución democrática del conflicto».
Por otra parte, desde la formación independentista se destaca que es conocida la gestión realizada por el PNV durante 20 años en las instituciones alavesas, «aparcando el euskara, impulsando la política del maletín en los pueblos y privatizando servicios sociales». Por ello, exigieron que las propuestas que dicen haber aceptado se pongan en marcha lo antes posible y dijeron que seguirán trabajando por el cambio en Araba moviendo o dejando al descubierto a otros grupos.
I.I.