Un nuevo bombardeo de la OTAN al sur de Afganistán mata a 78 personas
Al menos 78 personas murieron en un bombardeo aéreo de la OTAN en la provincia sureña de Helmand. El jefe administrativo de municipio de Gerishk, Abdual Manaaf, anunció el envío de un delegado para comprobar los hechos. No obstante, los residentes en esta zona aseguraron que ya han enterrado a buena parte de los muertos, de los cuales 28 eran civiles y 50 supuestos talibanes.
La comandancia estadounidense en Afganistán informó de la muerte de 50 talibanes en los bombardeos llevados a cabo en Helmand pero no hizo ninguna mención a víctimas civiles. A finales de junio, más de un centenar de civiles y talibanes perdieron la vida en Gerishk en un ataque aéreo de Estados Unidos. En lo que va de año, más de 3.000 personas han muerto en Afganistán que, además de la violencia, ha sufrido inundaciones e, incluso, un periodo de sequía. Por ello, la representante de Unicef en el país, Catherine Mbengue, alertó de que «miles de familias han sido desplazadas o han perdido su sustento y se enfrentan al riesgo de brotes de enfermedades». Ante esta situación, este organismo de la ONU exigió «urgentemente siete millones de dólares para responder a las necesidades de los niños y mujeres».
Dejan sin efecto la ejecución
Por otra parte, las autoridades afganas anunciaron ayer la anulación de los plazos impuestos por los talibanes para la ejecución de los 22 surcoreanos que siguen en su poder.
Los secuestradores habían dejado pasar el último plazo, fijado para ayer el mediodía, sin anunciar uno nuevo ya que, según dijo el gobernador de Ghazni, «aún no están preparados para cerrar las negociaciones».