¡Tú sí que eres excepcional! Con lo mal que escribes y te mantienen como columnista oficial. Será por lo que dices, porque te expresas mal y analizas peor.

En tu última columna, hasta ocho veces utilizas el término «excepción». Empieza: «La excepción forma parte de las querencias de muchos ondarreses». ¿Qué quieres decir, que son excepcionales, raros, aventureros, ingobernables, hombres y mujeres fuera de la Ley, o que les produce placer que les sometan a galeras, o sea, masoquistas?

Sigue: «La excepción ha hecho que la Corporación municipal deba ser constituida mañana en forma de Gestora en la Diputación Foral de Vizcaya». Pero ¿por qué no sustantivas un poco ese término tan neutro, que no sabemos bien si es una enfermedad de los ondarreses o un estado anímico y no especificas que se trata de un estado de excepción provocado por la Ley de Partidos que todo el mundo condena de boquilla, pero luego aprovecha sus resultados? ¿Dónde está el analista político que lo explica todo con recetas como «cosas de Ondarroa»?.

Sigue: «Y no hay excepción más gratificante para el victimismo que sentirse sitiado». O sea, que los ondarreses lo están pasando pipa, unos porque gozan de una alcaldía que no les corresponde y los radicales porque les roban sus papeletas. Según este analista, lo que necesita el pueblo ondarrés es una comisión de psiquiatras que arregle su deteriorada psique.

Otra: «La excepción no está en la gestora. La excepción está en que hoy, si el tiempo lo permite, la playa se llenará dando la espalda a lo excepcional». ¿Qué es lo excepcional? ¿Que la playa se llene si hace buen tiempo o que haya hecho sol en el invierno que vivimos o las dos cosas a la vez? La situación que vive Ondarroa con su apertheid particular bien justifica una huelga general, se aproveche o no de playa. Y por supuesto que la excepción no está en la gestora, que se la han apropiado los jelkides de la línea dura.

Al final, sube de tono su análisis rozando las profecías bíblicas: «El problema de Ondarroa es que le llegó el dinero antes que la cultura. Es una exageración, pero debe de haber algo de ello... lo que permite que la sinrazón se enseñoree de Ondarroa durante tantos años. Porque en el fondo es la excepción del bienestar; de donde no falta el dinero». (Sic). Agudo desenlance, ¿verdad? Nos queda un consuelo, que Ondarroa flota en el dinero y en el bienestar, aunque tocados por ese virus maligno que es la excepción que no dice el analista de dónde procede ni qué es. No se me ocurre otra cosa que pedirle a la Gestora de Edurne Ariztondo y Cía que tengan a bien considerar nombrar a Kepa Aulestia hijo predilecto de Ondarroa por su aportación.