Contador, Evans y Leipheimer, un podio inesperado subió a lo más alto ayer en los Campos Elíseos. El Tour 2007 debía ser el kilómetro 0, el inicio de un ciclismo limpio, anunciaba la ASO. Se trata de un podio renovado, pero han fracasado en su supuesto intento por erradicar el dopaje sistemático.

No se ha avanzado un milímetro. Al contrario, se han dado pasos atrás. El ciclismo agoniza por la lucha entre la UCI y la ASO. Por un puñado de dinero. La organización apunta ahora a «fórmulas mixtas», a la posible competicion de selecciones nacionales, pero no reduce la dureza. Y es que la ASO es una entidad privada, con afán de lucro. El Tour es su negocio. Por eso, claman contra el dopaje y multiplican los controles. No les interesa un perfil más humano sino el color de los billetes que recaudan.