Al concluir el segundo Encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo, el comandante Tacho se dirigió la noche del sábado a los miles de asistentes al caracol de esta comunidad tojolabal: «Es un honor estar con ustedes que caminan, luchan y padecen las mismas injusticias. Tenemos el mismo enemigo, el capitalismo mundial que pretende despojarnos de nuestras tierras, destruyendo nuestras culturas».

Destacó que «en estas tierras rebeldes nuestros pueblos ya se están organizando para combatir el plan neoliberal y construyen la autonomía verdadera». Pidió a los seguidores del zapatismo «que sigan viniendo para construir una gran fuerza en cualquier parte del mundo».

Tacho llamó a «continuar luchando incansablemente; como dijo el comandante Ernesto Che Guevara: `si avanzo, síganme; si me detengo, empújenme'. Estamos agradecidos al saber que también ustedes luchan por nuestros derechos como pueblos indígenas de México y el mundo con la Otra Campaña de este y el otro lado y la Sexta Internacional».

El subcomandante Marcos se dirigió a las bases de apoyo de la selva fronteriza: «Dicen los vigilantes, aquellos que se encargan de orientarnos y que nos cuidan, que la luna no es más que una sombra, y que el sol en su camino por el cielo va dejando rastros de luz que la luna, durante la noche, va recogiendo, y se va llenando para luego ser sombra y volver a crecer».

Esto viene al caso, prosiguió, «porque muchos allá afuera se preguntan '¿adónde miran los zapatistas cuando deciden que van a hacer lo que van a hacer?' Es ahí, donde nace el sol, donde la luna comienza el largo beso sobre la piel de la noche, al oriente, donde viven nuestros muertos, donde tenemos la respuesta si preguntamos qué hacemos, hacia dónde caminamos, cómo debe ser nuestro paso, quién debe ser nuestra compañía».

Al margen de las encuestas

Allá se preguntan «por qué no vemos a las ciudades y los canales de televisión para decidir; por qué no tomamos en cuenta los titulares de los periódicos ni hacemos que se hinque la luz morena que nos guía y nos manda, la de nuestros pueblos que ustedes han visto estos días, nuestras bases de apoyo, municipios autónomos, juntas de buen gobierno, nuestros compañeros y compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional».

Quisieran, dijo, «que nuestro paso fuera guiado por las encuestas y lo que dicen los políticos, y nos reprochan que no miremos hacia ese lado a la hora de decidir y que no pongamos nuestra luz morena al servicio de la falsa luz que nos desprecia, nos persigue, mata y encarcela, la de la clase política en México».

Marcos refirió que para decidir su camino los zapatistas se vuelven al Oriente, «a nuestras montañas, donde tal vez ahora nos están mirando la comandanta Ramona, el sup Pedro y tantos caídos que hemos tenido desde antes que nos levantáramos en armas y durante estos casi 14 años. Cuando ustedes estén en sus tierras, y se pregunten por qué los zapatistas están haciendo lo que están haciendo, respóndanse que a quienes tenemos que dar cuentas es a nuestros muertos, tenemos un deber y estamos dispuestos a unirnos a ellos por cumplir con el deber que hemos adquirido"».

Antes de dar por concluidos los trabajos del encuentro, el teniente coronel Moisés habló para los presentes y los ausentes: «Estos días demostramos en la práctica que estamos con ustedes. Todo es posible para el bien y para el propio pueblo. Así como a lo largo del tiempo que aparecimos a la luz pública ustedes nos comprendieron, así queremos que pasen el mensaje a los que no pudieron venir. Lo que vieron estos días es gracias al apoyo de ustedes, a nuestros compañeros de los municipios autónomos». Añadió que, «claro», aun sin ese apoyo los zapatistas saldrán adelante, «más lento», eso sí. Y propuso «cuidarnos juntos; si olvidan, hay pierde en el camino».