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Nuevos retos en el proceso irlandés

Durante este año, sólo una persona ha recibido disparos de castigo, la cifra más baja desde que comenzó la nueva fase del conflicto en los sesenta «La economía es la próxima gran batalla del norte de Irlanda», ha destacado Martin McGuinness, viceprimer ministro del norte de Irlanda El incremento de la tasa de suicidio entre adolescentes es tan elevada, que es una de las prioridades de Ian Paisley y Martin McGuinness.

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Txente REKONDO Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

El autor considera que las avances producidos en el proceso irlandés hacen que la sociedad tenga que afrontar nuevos retos. Tras la retirada de las tropas británicas, las autoridades del norte de Irlanda deben enfrentarse a una realidad social con graves problemas sanitarios y económicos.

El proceso de paz avanza en Irlanda, los cambios y las transformaciones políticas y sociales están a la vista de cualquier observador, la sucesión de «fotografías históricas» de los últimos meses son una buena muestra de ello.

La pasada medianoche el Gobierno británico puso fin a la llamada «Operación Bandera», lo que significa que su «campaña militar» en el norte de Irlanda ha tocado a su fin, y en palabras del propio ministro de las Fuerzas Armadas, Bob Ainsworth, puede «significar el comienzo de una nueva era». De los cerca de veinte mil soldados británicos que ocupaban los seis condados antes del alto el fuego del IRA en 1994, se pasará a unos cinco mil, ubicados en catorce lugares. La desaparición de las torres militares de South Armagh y el desmantelamiento de un importante número de bases del ejército de ocupación británico son algunos síntomas del proceso de paz.

También hay algunos aspectos positivos en torno a los que se ha calificado como «ataques de castigo», cometidos generalmente por organizaciones armadas, tanto republicanas como lealistas, que harían el papel de «policía local». Según un reciente informe, durante este año, tan sólo una persona ha recibido disparos en ese tipo de ataques, la cifra más baja desde que comenzó la nueva fase del conflicto a finales de los años sesenta. Estas acciones, en ocasiones por medios de tiros y en otras por palizas, parece que comienzan a desaparecer del escenario de las calles del norte de Irlanda, siendo manifiesto que este descenso también ha venido impulsado por la decisión del IRA y del conjunto del movimiento republicano de implicarse en el proceso de paz.

En los últimos años la mayor parte de este tipo de ataques es protagonizada por paramilitares lealistas o disidentes republicanos. La presencia dentro de ambas comunidades de este tipo de actuaciones tuvo en los años precedentes su propia jerga. Así en el argot de Belfast se conocía como «padre Pío» el tiroteo en ambas manos, «parrilla mixta» o «paquete de seis» suponía recibir tiros en los tobillos, las rodillas y los codos, mientras que «la crucifixión» era recibir tiros en manos, rodillas y pies. Otras actuaciones, como la que realizaron los paramilitares lealistas de la UDA en el 2002, alcanzaron puntos de sadismo, cuando tras propinar una paliza a un católico, le clavaron con clavos las manos en un valla.

La mayoría de estas acciones eran realizadas contra elementos «anti-sociales», ladrones y traficantes de drogas, de ambas comunidades, y éstas en la mayor parte de los casos aceptaban esas actuaciones, sobre todo ante el rechazo manifiesto que mostraban hacia la policía sectaria de los seis condados, quien en ocasiones permitía la libre circulación de esas bandas de delincuentes como fórmula para presionar a la población nacionalista y añadir un punto de sufrimiento más al que ya venían soportando desde hace décadas.

También la economía puede situarse en el haber del proceso, sobre todo desde que Dublín ha decidido implicarse en esa materia, con ayudas, y aquí está la paradoja, para zonas muy marginadas de la comunidad unionista, y apoyando proyectos dirigidos por antiguos paramilitares lealistas. Tal vez por eso hace unos días Martin McGuinness apuntó que «la economía es la próxima gran batalla del norte de Irlanda». Los desarrollos políticos, en línea con el proceso de paz, pueden suponer en definitiva una oportunidad histórica para que los seis condados se suban al tren del tigre celta.

Sin embargo además de retos, también nos encontramos en las calles de los seis condados algunos puntos oscuros. Y uno de los mayores problemas que ha traído esta nueva coyuntura es el terrible aumento de suicidios entre la población adolescente de esa zona. La gravedad de la situación ha llevado tanto a McGuinnes como a Paisley ha señalar que una de las prioridades es actuar y poner sobre la mesa las medidas necesarias para acabar con esta lacra.

Diferentes asociaciones llevan tiempo trabajando en esa línea y denunciando las graves carencias de atención que sufre la población ante esas situaciones. Sólo en 2005, 213, personas se suicidaron en el norte de Irlanda (291 un año más tarde), y cerca del 36% eran personas entre 15 y 34 años. Los problemas del desorden alimenticio, abusos de drogas y alcohol, también se añaden a las dificultades psicológicas, lo que nos presenta un cuadro desolador, más aún si tenemos en cuenta las graves carencias de la administración a la hora de afrontar esta situación.

La desaparición de la escena militar del IRA también ha provocado un aumento en el tráfico y consumo de drogas, que crece espectacularmente entre las clases más jóvenes y desfavorecidas. Si en el pasado, la actuación de la organización republicana logró en buena medida reducir a la mínima expresión este problema social, en la actualidad las calles de los barrios unionistas o nacionalistas asisten al renacer de ésta, al mismo tiempo que algunas actividades anti-sociales han vuelto a preocupar seriamente a los residentes de esos barrios.

Y muy unido a todo ello está el encaje de la policía, el PSNI, en este nuevo marco social y político. Si el movimiento republicano ha dado un paso muy importante en materia policial, asumiendo el papel de la misma y cumpliendo lo firmado en el Acuerdo de Viernes Santo, el PSNI todavía tiene mucho que demostrar, sobre todo a la comunidad nacionalista que todavía no ve con total confianza a una fuerza heredera (y todavía con algunos tics el pasado) de la sectaria y temida RUC.

El reciente incremento de actividades de grupos anti-sociales en West Belfast o en South Armagh, no hace sino incrementar la desconfianza de las comunidades nacionalistas hacia la ineficacia del PSNI. Para los representantes del Sinn Féin es necesario que el PSNI se reúna y colabora con los representantes políticos locales de las comunidades para solventar la situación y buscar soluciones conjuntas.

Finalmente, no podemos olvidarnos de la actividad militar que todavía mantienen los disidentes republicanos (autores de más de setenta acciones el año pasado), que siguen sin contar con apoyo popular, pero que mantienen su actividad causando en ocasiones malestar y rechazo dentro de su propia comunidad, el reciente caos provocado en Derry en un buen ejemplo de ello.

Por su parte, los paramilitares lealistas también siguen con sus campañas por controlar sus zonas. Dentro de la UDA se acaba de reproducir una vieja historia, las diferencias y divisiones se siguen solventando a tiros. Mientras que los dirigentes de estas organizaciones siguen buscando compensaciones económicas para abandonar las amas (no hablan de entregarlas), sus bases parecen seguir su lucha por el control de los «negocios» que les han caracterizado en las ultimas décadas.

El proceso de paz sigue su curso, la mayoría de actuaciones que éste ha impulsado está dando sus frutos y pasear hoy por las calles de West Belfast o Derry así lo atestiguan, a pesar de que todavía nos encontremos con zonas que necesitan un importante impulso. Sin embargo el mismo paseo por algunos barrios lealistas todavía te muestra que hay mucho camino por recorrer en la comunidad unionista, sobre todo para que los sectores más desfavorecidos superen el pasado. Y a pesar de que todavía los muros que separan ambas comunidades lejos de desaparecer, en algunos lugares están levantándose más todavía.

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