Caja Vital aumenta un 13,38% su beneficio neto en el primer semestre
Caja Vital cerró el primer semestre del año con un beneficio neto consolidado de 29,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 13,38% respecto a los seis primeros meses del año pasado. El balance a finales de junio reflejaba un negocio de 7.670 millones, un 12,71% más.
GARA |
Caja Vital Kutxa ha llegado al ecuador de 2007 con un beneficio neto consolidado de 29,7 millones de euros, cantidad que supone un incremento del 13,38% sobre el mismo periodo del ejercicio anterior. La entidad calificó estos datos como «unos excelentes resultados en términos de crecimiento y de rentabilidad».
La entidad financiera cerró su balance en junio de 2007 con 7.670 millones de euros, un 12,71% de mejora interanual, «con un crecimiento equilibrado en todas las líneas de negocio, y con una sensible mejora del índice de eficiencia», que ha mejorado hasta un 45,38%.
Con relación a la cuenta de resultados, el margen de intermediación obtuvo al cierre del primer semestre de 2007 un saldo final de 65,4 millones de euros, con un incremento del 26,21%. Junto al buen comportamiento general del crédito y de acreedores que impulsaron esta variación, también crecieron los rendimientos por dividendos en sociedades participadas y en otras inversiones bursátiles en un 29,24%.
Los préstamos y créditos superaron en junio de 2007 la cifra de 5.831 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 18%. Los destinados a la financiación para la construcción y adquisición de viviendas, crecieron globalmente un 18,55%. La entidad añadió que el total de recursos administrados aumentó un 13,46% (8.013 millones de euros) en el primer semestre.
Como partida más importante destacó el ahorro a plazo, con una subida del 21,08% (2.777 millones de euros). «Estos datos reflejarían la preferencia de los clientes por estos depósitos ante la subida de tipos de interés», explicó Caja Vital.
Los préstamos otorgados por la Vital aumentaron en el primer trimestre del año un 18%. La subida de tipos impulsó la demanda del ahorro a plazo, que creció un 21,08%.