Kabul afirma que no liberará a insurgentes a cambio de los rehenes
GARA |
El Gobierno afgano afirmó ayer por primera vez que no liberará a presos insurgentes a cambio de la libertad de los 21 rehenes surcoreanos que permanecen en poder de los talibán desde el 19 de julio. Un portavoz del Ejecutivo de Hamid Karzai, Humayun Hamidzada, aseguró que las autoridades afganas están haciendo «todo lo que pueden» para conseguir la liberación de los rehenes, pero puntualizó que no contemplan la puesta en libertad de milicianos prisioneros y agregó que, «por principio», no deberían «fomentar los secuestros aceptando sus exigencias».
Aunque en marzo Karzai aceptó la excarcelación de cinco talibán a cambio de un periodista italiano secuestrado, indicó que este tipo de acuerdo no tenía por qué sentar un precedente. Su decisión fue duramente criticada por EEUU y por otros países occidentales, lo que parece haber influido en su firme decisión de no acceder al canje en esta ocasión. Corea del Sur exigió negociar directamente con los talibán y pidió más flexibilidad a Kabul.
El Ejército afgano, por su parte, lanzó ayer octavillas en la provincia de Ghazni, la zona donde se cree que permanecen secuestrados los surcoreanos advirtiendo de que llevará a cabo una operación militar, aunque un portavoz del Ministerio afgano de Defensa precisó que «esta operación no tiene ninguna relación con el secuestro de los surcoreanos».
Otro plazo extinguido
Los talibán, por su parte, amenazaron con matar a otros cuatro rehenes -dos de ellos han sido ejecutados en los últimos días- después de que a mediodía de ayer, hora local, expirara el plazo dado al Gobierno de Afganistán.
Un portavoz talibán, Yusef Ahmadi, aseguró que los rehenes continuaban vivos tras cumplirse el plazo dado, pero advirtió que dos de las mujeres secuestradas «están muy enfermas y podrían fallecer».