Fuentes del Ejecutivo autonómico aseguraron ayer a la agencia Europa Press que «cumplirá la ley» tras la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que le ordena colocar la bandera española «de forma permanente» y «ocupando lugar preferente en el exterior e interior» de los edificios oficiales. El fallo judicial viene a culminar un proceso abierto a raíz de una denuncia de la Administración del Estado porque en la Academia de la Ertzaintza no se coloca la rojigualda.

Otros medios indicaron que Lakua también ha comentado que en Arkaute ya no hay un lugar reservado para la colocación de banderas oficiales.

Y mientras el Gobierno de Juan José Ibarretxe se mostró tan parco en valoraciones sobre una sentencia que le afecta directamente, varias formaciones políticas vascas entraron ayer al fondo de la cuestión.

Bandera extranjera

Batasuna subrayó que la bandera española es «un símbolo que niega a Euskal Herria» y afirmó que, «como hace en ámbitos como el de la lengua o el deporte», el Estado español ha vuelto a tomar «la vía de la imposición también en el de los símbolos, pretendiendo imponer esa bandera extranjera a este pueblo».

Tras recordar en su comunicado que la bandera nacional de Euskal Herria es la ikurriña, «que nos une a todos los vascos», la formación abertzale se preguntó qué es lo que harán el PNV y sus socios en el tripartito, para contestar que «así como no tienen ningún impedimento en cumplir la Ley de Partidos, ahora el Gobierno de Imaz, como Azkuna hace en Bilbo, deberá cumplir la orden».

Precisamente, el alcalde jeltzale de Bilbo fue preguntado ayer por esta cuestión. «No hay comentarios», dijo un evasivo Iñaki Azkuna, añadiendo que «eso se ha dirigido al Gobierno Vasco», cuando él, año tras año, ordena que la rojigualda ondee en la fachada del ayuntamiento en el día grande de las fiestas de la capital vizcaina.

Por su parte, el parlamentario de EB Oskar Matute comentó que «es impropio del siglo XXI hacer guerra de las banderas» pero como «solución» propuso que «no colocar ninguna, como símbolo de entendimiento y encuentro entre todas las sensibilidades e ideologías». Paradójicamente, Ezker Batua suele hacer ostentación de la tricolor republicana en actos políticos y carteles.