Mercado | Overbooking en el vestuario albiazul
Monumental atasco en la operación salida del necesitado Alavés
El técnico Josu Uribe mostró ayer su esperanza de que la plantilla, ahora mismo con 33 fichas más la posible llegada del lateral de un jugador de su gusto como Tarantino, se vaya reduciendo a unos números más razonables
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A pesar de la imperiosa necesidad de soltar lastre que arrastra el Deportivo Alavés por su complicada situación económica, las vías de salida de la entidad gasteiztarra siguen colapsadas y no terminan de cerrarse esos traspasos con los que aliviar su angustiosa situación. Y es que, el panorama que ha quedado tras el modelo Piterman no puede ser más desalentador, con siete jugadores con los que no se cuenta, otros muchos que sí gustan a Josu Uribe pero cuyos contratos son inasumibles, profesionales con los que el club mantiene deudas millonarias y el resto de los equipos sabiendo de primera mano la urgencia del Glorioso por vender, con lo que nadie da un euro de más.
Con la ley concursal como as bajo la manga que podría dar paso a una regulación de empleo que diera con esos jugadores con los que no se cuenta en la calle, los primeros movimientos del club han estado centrados en cambiar el estilo del equipo. De los fichajes con o sin «pedigrí» de la época de Piterman, que llegaban a Gasteiz tras la promesa de millonarios sueldos que luego nunca llegaron a cobrar, se ha pasado a incorporar futbolistas de un perfil mucho más bajo, apostando por gente cercana, implicada y con ganas de defender la elástica albiazul, como puedan ser los casos de Calderón, Garro, Raúl Sánchez o Samuel.
Apuntalado el equipo en las posiciones que se consideraban más necesitadas, el paso primordial a dar ahora, y quizá el más complicado, es el de deshacerse de los jugadores con los que no se cuenta. Con hasta quince futbolistas con su futuro en el aire, hay casos para todos los gustos. El técnico asturiano del Alavés priorizó ayer arreglar la situación de esos «tres o cuatro» jugadores que él considera importantes deportivamente pero cuyas fichas se escapan de las posibilidades del club.
Astudillo, Gaspar y Edu Alonso serían tres ejemplos de esos profesionales a los que en algún caso se les ha llegado a ofrecer un 25% de lo que tenían firmado, al margen de las grandes cantidades que se les adeudan. Aunque parecía complicado, Uribe se mostró bastante optimista en cuanto a la continuidad de estos jugadores. Jandro es otro futbolista con el que Uribe querría contar, pero el asturiano parece decidido a cambiar de aires y el Nastic puja por él.
Los extranjeros, con un pie fuera
Salvo el mencionado Astudillo, Wellington Paulista y Ardouin, el resto de extranjeros -Brandán, Elton, Ogbeche, Gentil y Pape Thiaw- fueron apartados enseguida y deberán buscarse una salida, si no quieren verse envueltos en un expediente de regulación de empleo. Tras el fiasco de su aventura en California, Epitié tiene un pie en Lorca y con Antchouet se espera a que su sanción por dopaje sea firme.
Rubén Navarro, que llevaba años ausente, se ha bajado definitivamente del barco y busca otro equipo, mientras que el otro caballo de batalla es Alberto Morgado, por el que el Athletic sólo ofrece medio millón.
Después de todo lo sufrido las últimas temporadas con Dmitry Piterman, el Deportivo Alavés tendrá un gesto de desagravio con Lluis Carreras, que seguirá ligado a la entidad asumiendo diversas y novedosas funciones. Tras el acuerdo entre el futbolista y el club, Carreras será el segundo entrenador del juvenil de honor, ayudando al primer técnico, Pablo Gómez, además de realizar las funciones de delegado del primer equipo y colaborar en la secretaría técnica.
Josu Uribe ha querido también que Carreras haga de intermediario entre sus ex compañeros de la plantilla y el cuerpo técnico.
J. O.