La coalición invasora de Afganistán que encabeza EEUU anunció ayer haber bombardeado una «reunión» de supuestos comandantes talibán en Helmand, al sur del país, un ataque que, según la Policía, hirió al menos a una veintena de civiles y podría haber causado numerosas muertes.

Una multitud se había congregado en el distrito de Baghran para asistir al ahorcamiento público por parte de los talibán de dos presuntos criminales cuando las fuerzas combinadas atacaron, según narró el jefe provincial de la Policía, Mohammed Hussein Andiwal.

Fuentes locales indicaron que más de una docena de combatientes y civiles fallecieron en el bombardeo, mientras que Kabul sólo se refirió a la muerte de al menos tres talibán. Sin embargo, un habitante de Baghran aseguró a France Presse que el número de muertos y heridos por esta acción militar ascendía a un centenar. La coalición, por su parte, afirmó que el ataque fue un bombardeo de precisión contra Qalh Chah, en el norte de Helmand, tras «quedar garantizado que no había ningún afgano inocente».

Dos por dos

Por otro lado, el grupo talibán que mantiene secuestrados a 21 misioneros surcoreanos manifes- tó ayer estar dispuesto a liberar «inmediatamente» a dos rehenes «gravemente enfermas» si el Gobierno de Kabul excarcela a dos insurgentes, una propuesta transmitida también a los negociadores surcoreanos. Aseguraron que tras más de dos semanas de secuestro, las dos rehenes «pueden comer un poco para sobrevivir, pero su estado es crítico, ya que no pueden caminar».

Amnistía Internacional contactó directamente con los talibán para pedir que los rehenes no sean ejecutados y el Gobierno de Seúl expresó su confianza en que la próxima cumbre entre el presidente de EEUU, George W. Bush, y su homólogo afgano, Hamid Karzai, favorezca su liberación.