El ministro francés de Agricultura y Pesca, Michel Barnier, anunció ayer el nombramiento de «una personalidad cualificada» a quien se encargará una «misión de reflexión» para adaptar el sector pesquero, tras la crisis de la anchoa en el Golfo de Bizkaia.

La citada misión tendrá como objetivo plantear «propuestas para adaptar la pesca francesa y permitirle responder a los desafíos medioambientales, económicos y reglamentarios a los que está confrontada», explicó el Departamento de Agricultura y Pesca.

El anuncio se hizo coincidir con el desplazamiento de Barnier, a La Turballe y Saint Gilles Croix de Vie, en la región de Nantes, que son los principales puertos de pesca de anchoa en el Estado francés.

La visita se había organizado para abordar en detalle el plan de ayudas, dotado con 15 millones de euros aportados por el Ejecutivo y la Unión Europea, para indemnizar a los pescadores afectados por el mantenimiento de la veda de la anchoa. Dicho dispositivo prevé una indemnización de urgencia por el parón temporal de las capturas de anchoa, ayudas para las familias en situación difícil y medidas de reconversión o modernización.