El «culebrón» veraniego de la Real lo ha venido protagonizando Javi Garrido, el cual ha terminado por fichar con el Manchester City de la Premier League para las próximas cuatro temporadas. Por esta operación, la Real percibirá unos dos millones de euros.

A modo de epílogo, el lateral irundarra ofrecía ayer una entrevista en Radio Euskadi en la que desgranaba los pormenores de la operación. Lo primero de todo, tanto por el bien personal como por el club, el guipuzcoano reconocía lo difícil que era negarse a la oferta de Manchester City

«Ante una oportunidad así era muy difícil decir que no. Las condiciones eran muy buenas y creo que he dado un paso adelante en mi carrera deportiva. Sé que dejo aquí a mi familia y a mis compañeros, pero había que dar ese paso», confesó.

Por otra parte, el defensa también dio a conocer que el interés del equipo británico venía existiendo desde tiempo atrás, pero que el acuerdo entre las partes se llevó a cabo en poco tiempo. Hasta el propio jugador se declaró sorprendido por la celeridad de las negociaciones.

«Sabía que había interés desde hacía tiempo. Mi representante lo notificó el domingo y el lunes habló con el club y todo fue rapidísimo. Todavía estoy por creérmelo. El interés, repito, existía desde hace tiempo, pero la toma de la decisión fue cosa de hace tres o cuatro días», dijo.

Agradecimiento

Para finalizar con su alocución, el irundarra no desaprovechó la ocasión para agradecer al club donostiarra la posibilidad de debutar y contar con él. De hecho, Garrido ha disputado tres temporadas en la primera plantilla de la Real.

«He vivido cosas muy grandes en la Real. El debut se recuerda como algo muy reciente, pero han sido tres temporadas donde he vivido un poco de todo. He tenido que aprender mucho y rápidamente, he tenido también grandes jugadores a mi lado que me han ayudado y desde luego que estaré agradecido a la Real. Claro, ahora la situación ha cambiado; he dado un paso más en mi carrera y no me queda otra sino empezar a pensar ya en el Manchester City. Ellos han depositado su confianza en mí y tengo que devolvérsela», declaró.

Como corolario, Garrido no quiso olvidarse del trago amargo del descenso vivido -«lo peor» de su paso por la Real, con diferencia- con el club blanquiazul en la última temporada, y tuvo palabras de aliento para sus ex compañeros.

«A nadie le gusta descender, pero ha sido así. Les deseo toda la suerte a los amigos que dejo aquí y les animo para que intenten subir y vuelvan a situar a la Real donde se merece, que es en Primera División», culminó.

En otro orden de cosas, la entidad donostiarra trabaja para resolver el destino de Rivas y Cifuentes, jugadores cuya continuidad no parece clara.

Rivas no cuenta para Coleman y la Real trata de buscarle equipo, ya que tiene una de la fichas más elevadas. El manchego recordó que tiene cuatro años de contrato y aseguró que ni siquiera «ha habido conversaciones con el representante».

Cifuentes, por su parte, parecía a punto de recalar en Valladolid, pero la diferencia entre lo que pide la Real y el dinero que ofrece la entidad pucelana han ralentizado la operación.