El próximo Ejecutivo navarro volverá a estar formado por UPN y CDN, que aportaría de nuevo dos consejeros pese a que su representación parlamentario se ha reducido de cuatro a dos electos tras las últimas elecciones. Así se desprende de las declaraciones realizadas en las últimas horas por Miguel Sanz y Juan Cruz Alli, que evidencian que ya tenían muy madurada la posibilidad de continuar en el Gobierno navarro, aunque esta opción no se oficializó hasta que el viernes el PSOE decretó el pase a la oposición descartando un gobierno alternativo con Nafarroa Bai e IUN.

De hecho, Miguel Sanz habla ya directamente de ir preparando una coalición entre ambos partidos para tratar de facilitar la mayoría absoluta en las próximas elecciones. En una entrevista ofrecida ayer a ``El Mundo'', el líder de UPN no sólo se muestra muy tranquilo respecto a la hipótesis de que la formación de Chivite pueda plantear una moción de censura en el transcurso de la legislatura, sino que contraataca amenazando con la opción de disolver el Parlamento «si se produce una situación de bloqueo y no queda otra remedio». En ese caso, apunta Sanz, «creo que tendríamos mayoría absoluta. El ciudadano tendería a polarizar el voto y habría que jugar con las coaliciones, en este caso con CDN». La cuestión muestra hasta qué punto han dado vuelta las cosas después de la decisión final del PSOE, cuando hace sólo unas semanas parecía probable que UPN pasara a la oposición.

En cualquier caso, la apuesta de UPN y CDN será tratar de atraerse todavía más al PSN, con quien Sanz quiere una colaboración aún más estable. Juan Cruz Alli, presidente de CDN, confirmó ayer que planteará un programa «que esté en condiciones de ser una oferta a la colaboración activa del PSN».

Alli recordó que en la situación actual de minoría el Gobierno ni siquiera tiene garantizada la aprobación de los pre- supuestos. «Hay que negociarlos con alguien y tiene que ser con el PSN, porque es el partido que comparte nuestro modelo institucional», apuntó.

La decisión de renunciar al Gobierno confirmada por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha encerrado al PSN en una auténtica trampa. Desde Ferraz se asegura que harán ahora «oposición fuerte» a UPN-CDN, pero muchos militantes se preguntan para qué si con su estrategia el PSN renuncia en la práctica a ser alternativa de gobierno también en el futuro. Para acceder a él tendría que superar en escaños a la derecha, algo que resulta impensable en estos momentos, ni siquiera a medio o largo plazo.

Desde el PP también se lanzan guiños al PSOE, tras saludar su decisión como «un triunfo de la España constitucional». Soraya Sáenz de Santamaría, secretaria de Política Autonómica y Local, apuntó que «ahora es momento de devolver la normalidad a las instituciones y ponerse todos juntos a trabajar por el interés general, acabar con este vacío».

IU aún ve opciones

A partir de hoy, tras la posición decretada por el PSOE, comienza la cuenta atrás para la investidura de Miguel Sanz, que accederá al cargo por cuarta vez consecutiva (ya lo hizo en 1996, tras la renuncia de Javier Otano, y después de ganar las elecciones de 1999 y 2003). Su nominación se producirá casi tres meses después de la celebración de las elecciones, y tras más de 65 días de negociaciones frustradas para la conformación de otro ejecutivo.

La presidenta del Parlamento, Elena Torres, citará posiblemente mañana a los portavoces de todos los grupos para constatar que esta vez sí hay una candidato con apoyos suficientes: el cabeza de lista de UPN. La posición de Torres tampoco deja de ser curiosa; en declaraciones efectuadas el pasado 30 de junio aseguraba por ejemplo que «Puras tendrá todos los apoyos para ser presidente dentro de tres días». Pero tampoco hay que olvidar que Torres llegó al cargo precisamente por el apoyo de UPN, lo que supuso el primer desplante a NaBai.

La sesión de investidura tendrá lugar la próxima semana, con lo que se pondrá fin a este interminable proceso.

Desde una de las formaciones implicadas en la negociación frustrada con el PSN, IU, continúan haciendo llamamientos a los doce parlamentarios del PSN para que desoigan el mandato de Ferraz, aunque prácticamente todos debieran desobedecer la orden para que Sanz no lograra los votos necesarios. Ayer fue la secretaria de Política Municipal, Montserrat Muñoz, quien apuntó que aún ve margen para que se produzca «otra mayoría».

Muñoz trató de hacer ver a los electos del PSN que aquellos que apoyen a Sanz «por acción u omisión» deberán luego «dar explicaciones a los navarros, que están esperando un cambio de ciclo con mucha ilusión». «El PSOE se equivoca. El acuerdo plural no sólo no quita apoyos electorales, sino que los da».