El secretario de Organización y portavoz de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, ofreció ayer al PNV una reforma del marco actual a través de una propuesta «realista y viable» que pueda ser aceptada por el PSOE.

«Los socialistas vascos no acordarán nada que no sepan que, después, va a tener el respaldo del PSOE y, por lo tanto, del resto de la Cámara en las Cortes Generales», recalca Ares.

Al hilo de ello, el dirigente del PSOE considera «absolutamente equivocada» la posibilidad de una consulta impulsada por el Gobierno de Gasteiz, incógnita que Juan José Ibarretxe podría despejar en el debate de política general del Parlamento en el mes de setiembre.

«Lo que hay que hacer, en todo caso, es buscar primero acuerdos entre los vascos, respetando la pluralidad, y canalizarlos respetando las reglas del juego», dice en la entrevista. «Hacerlo al revés es sólo poner el carro delante de los bueyes y trasladar a la sociedad una incapacidad para llegar a consensos», añade antes de prever que «lejos de propiciar soluciones, traerá conflictos, problemas y enfrentamientos».

Respecto al tripartito de Ibarretxe, Rodolfo Ares estima además que «se percibe un fin de ciclo en el conjunto del nacionalismo, y, en todo caso, en el PNV, fruto de muchos años con responsabilidades en el Gobierno y por el agotamiento de la ciudadanía ante su incapacidad de desarrollar un proyecto para el conjunto de la sociedad vasca».

Loiola

Ares resalta también que en las conversaciones a tres bandas del pasado otoño en Loiola «no hubo ningún preacuerdo como se ha dicho». El dirigente del PSE, interlocutor en esas reuniones, apuesta en cualquier caso por ser «prudente» a la hora de hablar de ello. Según algunos medios, el PSOE ha interpretado como un ataque la última filtración sobre lo ocurrido en Loiola, procedente del PNV, hasta el punto de que Josu Jon Imaz debió salir a la palestra para matizar que no hubo preacuerdo alguno.

«Los socialistas, en todos esos contactos, siempre hemos defendido que cualquier acuerdo tenía que tener en cuenta el respeto más escrupuloso a la sociedad vasca y a la legalidad vigente», precisa Ares al respecto.