La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley que otorga poder a las agencias de espionaje del país para realizar escuchas sin autorización judicial por seis meses, después de que el Senado diera su visto bueno la víspera a uno de los más polémicos programas de la presidencia de George Bush. La Cámara ratificó la propuesta por 227 votos a favor y 183 en contra. El proyecto de ley permite las escuchas de llamadas telefónicas, así como interceptar correos electrónicos de personas en Estados Unidos que se comunican con otras en el extranjero. Para ello tan sólo es necesario que el director nacional de inteligencia y el fiscal general aprueben las escuchas. Grupos pro derechos civiles han denunciado que esta ley es excesiva.