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Subida a Urkiola

Saunier Duval pone en bandeja el triunfo a Goméz Marchante

Los de Matxin realizaron la selección en la primera ascensión a Urkiola y facilitaron el triunfo de Marchante y el podio para Juanjo Cobo.

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Arnaitz GORRITI | BILBO

La vigésimo cuarta edición de la Subida a Urkiola vio cómo José Ángel Gómez Marchante lograba reencontrarse con el triunfo más de un año después de que el madrileño alzara los brazos como vencedor de la general de la Vuelta al País Vasco 2006.

No obstante, si fue una alegría ver el ágil pedaleo del madrileño en las duras rampas de Urkiola, el trabajo que Saunier Duval Prodir -a las órdenes del «dúo dinámico» Sabino Angoitia y Josean Fernández «Matxin»- hizo durante los 162 kilómetros de los que constaba la prueba, fue de aplauso.

Los de amarillo hicieron y deshicieron la carrera. Se infiltraron en la peligrosa primera escapada y la echaron abajo con una ascensión salvaje de Lobato. Llevaron a cabo la selección y la fuga buena tras la primera coronación de Urkiola y aguantaron el empuje de Caisse D'Epargne, que se la jugó a favor de Joaquim Rodríguez. Por último remataron la faena con un Marchante espectacular que, en apenas cuatro kilómetros de subida, sacó cuarenta segundos al segundo clasificado, el vizcaino David López.

No contento con ello, Saunier Duval Prodir redondeó su inspirada tarde colando a Juan José Cobo, flamante vencedor de la Vuelta al País Vasco 2007, en la tercera plaza. Toda una demostración de táctica y fuerza en una misma carrera.

Fuga peligrosa

Como acaeciera en la víspera, en la Clásica Donostia-Donostia, una escapada muy numerosa, de 26 corredores, puso en jaque a los favoritos de la prueba en los primeros kilómetros.

Entre los escapados figuraban gente peligrosa como Amets Txurruka, Tino Zaballa, Horrach, Lastras o David De la Fuente. Detrás, Relax, junto con Saunier Duval, tiraba para que la escapada no abriese un hueco excesivo. Por ello, los 26 de cabeza no tuvieron más de tres minutos de ventaja, aunque en las faldas de Urkiola tal renta había bajado sensiblemente de los dos minutos.

La primera ascensión a Urkiola reventó por completo la escapada. Los 26 se quedaban reducidos a escombros con cinco hombres coronando Urkiola con ventaja: Elías, de Relax, Ramírez de Spyuk, Cañada, de Saunier Duval, Zaballa, de Caisse D'Epargne y Txurruka, de Euskaltel.

Por detrás, Rubén Lobato primero y Cobo después hacían estallar el pelotón en mil pedazos y pasaban la cima a un minuto escaso junto a Mori, Camaño, Cobo, Marchante, Mata y David López, hasta formar una docena de escapados, de los cuales cinco corredores eran de Saunier Duval.

A partir de ahí, la carrera se convirtió en un pulso entre los amarillos, que tiraban en favor de Marchante y Cobo -había que ver la bronca que Iker Camaño le echó a Mori por tirar a un ritmo demasiado fuerte- y Caisse D'Epargne, que trabajaba para favorecer a su líder, Joaquim «Purito» Rodríguez, vencedor este año de la Clásica de Primavera de Zornotza. Los demás integrantes de la fuga trataban de reservar fuerzas para la subida final, pero viendo la apuesta que los de Matxin estaban llevando, se intuía que poco quedaría para los rivales.

La persecución animó la última parte llana de la carrera. De hecho, el pelotón principal fue limando de a poco los segundos de desventaja, pero no llegaron a enlazar con el grupo cabecero, ya que las rampas de Urkiola asomaron para dictar sentencia.

Cobo tomó el relevo a sus compañeros y consiguió que la docena de corredores menguara hasta formar un cuarteto compuesto por Elías, David López, Marchante y el propio vencedor de la Vuelta al País Vasco. Se mascaba que Marchante no iba a atacar, sino que se iba a escapar sin remisión.

Y así fue. A poco más de cuatro kilómetros, el «pimiento» madrileño salió como un tiro sin que Elías ni David López pudieran responder. A partir de ahí, la ventaja de Marchante no hizo sino aumentar y aumentar.

La muchedumbre se concentraba en la terrible recta de «Txakurzulo» y por ahí vio pasar a Marchante, grácil como una cabra montesa, y al trío perseguidor, donde David López se retorcía por obrar lo imposible. Atrás, el pelotón no era sino un rosario de corredores que subía en pleno sálvese quien pueda.

Marchante logró reencontrarse con un triunfo, seguido de David López y Juanjo Cobo. El de Barakaldo tiró de clase para tomar unos metros en el santuario e intercalarse en el podio junto a los dos Saunier Duval.

«Nos ha salido toda la carrera bordada»

José Ángel Gómez Marchante estaba feliz y risueño en la meta de Urkiola. Después de bromear con los periodistas acerca de la «piadosa mentira» que soltaba en la salida, al decir que no se hallaba muy bien, agradecía la victoria por la gran labor de su equipo

«Lo cierto es que nos ha salido la carrera bordada. Hemos metido a tres hombres en la escapada. Luego Rubén Lobato se ha puesto `muy bruto' en la primera subida, más tarde con Cobo y con tres compañeros delante, nos ha salido perfecto. Siempre por una cosa u otra no he podido demostrar el ciclismo que llevo dentro. Hoy ¯por ayer¯ lo he hecho y quisiera poder hacerlo también en una vuelta grande. Quisiera dedicarle esta victoria también a la afición vasca, que me quiere un montón y me anima tanto que me hace llevar alas», declaró.

Pero si alguien se sentía liberado ayer, ése era Josean Fernández «Matxin». El de Basauri suspiraba aliviado por el triunfo tras la dura semana por el positivo de Iban Mayo.

«Hemos pasado una semana dura. Esta semana no se la deseo a nadie, y ahora nos ha tocado la madura. La verdad es que estamos muy contentos por la victoria. `Marchita' merecía y necesitaba una victoria y, aunque en Donostia lo intentamos, en Urkiola ha sido una victoria más trabajada, y merecida. Sobre Mayo, seamos optimistas. Hemos pasado una semana difícil. Un positivo es una noticia muy, muy mala, y más por la persona que es. Iban necesita una estabilidad importante y ahora carece de ella» dijo.

A. G.

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