El PSOE entrega a UPN el Gobierno Navarro
El nuevo portavoz del PSN destacó por su apoyo a Barcina
Miguel Sanz ya es candidato a la investidura oficialmente. Y el sábado será presidente. Todos miran ahora más lejos, incluido el líder de UPN, que dejó caer ayer que ha recibido garantías por parte de la dirección del PSOE -concretamente, de José Blanco- de que su Gobierno no será bloqueado. Poco después, Carlos Chivite, secretario general del PSN, afirmaba que bascularán entre el apoyo a UPN y la oposición en función de las propuestas de cada cual.
Ramón SOLA | IRUÑEA
A falta de la materialización definitiva en la votación del sábado, el último capítulo del largo proceso de búsqueda de gobierno en Nafarroa está escrito. El PSN confirmó ayer a la presidenta del Parlamento, a través de Carlos Chivite y Samuel Caro, que se abstendrá ante la candidatura de Miguel Sanz. En la próxima página se escribirá en qué situación quedará el Ejecutivo de UPN-CDN, si bien Sanz dejó bastante claro ayer que tiene un compromiso de estabilidad por parte de Ferraz.
Tras la reunión protocolaria con Elena Torres, al líder de UPN se le preguntó con qué garantías tomará el cargo teniendo en cuenta que los parlamentarios del PSN «acatan pero no comparten» la decisión de darle vía libre y que necesita sus votos para poder gobernar. «Con las garantías que han ofrecido en otras legislaturas», respondió Sanz, en alusión a la colaboración histórica entre ambos partidos.
A continuación, puntualizó que no reclama ningún compromiso escrito porque «eso tiene el mismo valor que un compromiso público. De hecho, ha habido acuerdos presupuestarios escritos con el PSOE que se han incumplido. Si hay seriedad y lealtad institucional, la estabilidad está garantizada. Yo no tengo motivos, hasta la fecha, para no fiarme de la palabra de José Blanco. Las referencias que tengo, referencias directas concernientes a actos políticos referidos a Navarra -resaltó-, no me dan motivos para desconfiar de él». A Sanz se le preguntó también si su programa incluirá «guiños» al PSN. «Muchos», respondió sin pensárselo.
Pero cuando se le planteó si hará alguna rectificación pública como se le demandaba hace unas semanas desde el PSOE, recuperó el tono tajante. «El discurso que hemos hecho sobre el llamado proceso lo mantenemos en todo su contenido. Lo que hemos dicho, no lo que dicen que hemos dicho -matizó-. Por ejemplo, no hemos dicho que Zapatero iba a vender Navarra, sino que Navarra ha estado sobre la mesa, y eso es evidente». Se le recordó entonces a Miguel Sanz que Jaime Ignacio del Burgo sí lo afirmó. «Pues pregúntele usted a él», espetó al periodista.
Chivite busca equidistancia
El secretario general del PSN, Carlos Chivite, pasó luego por la sala de prensa y fue interpelado con reiteración sobre cuál será su actitud en la legislatura. Acompañado del secretario de Organización del partido, Samuel Caro, Chivite trató de situarse en una equidistancia que recordó a la mantenida en la campaña electoral por el cabeza de lista, Fernando Puras, rota después por la decisión de dar el Ayuntamiento de Iruñea y el Gobierno de Nafarroa a UPN.
«La línea va a ser la de siempre. Podemos coincidir en unos casos con unos y en otros con otros -dijo Chivite-. Tenemos las manos libres». Luego instó a Sanz a que «no piense que esto va a ser un cheque en blanco. Tendrá que cambiar de actitud y de políticas».
Chivite no se cortó incluso a la hora de hablar de «cambio», el concepto que servía de base al intento de conformar un gobierno alternativo junto a Nafarroa Bai e IU. Aseguró que «podemos construir ese cambio; lo queríamos hacer desde el gobierno, pero lo podemos hacer en la oposición».
Respecto a la reunión mantenida con Torres, Chivite confirmó que había trasladado a la presidenta del Parlamento la decisión del partido de abstenerse en la segunda votación de investidura (la definitiva), lo que posibilitará que Sanz repita como presidente del Gobierno navarro. Indicó que así lo había decidido la Ejecutiva del PSN en la tarde del lunes, al «acatar» la orden emitida por la dirección federal del PSOE. En la misma tarde se reunió el grupo parlamentario, que curiosamente no emitió posición alguna. Según algunas fuentes, uno de los electos, Juan José Lizarbe, habría dado a entender que se desmarcará de ese criterio y votará en contra de Sanz, aunque esto no repercutirá para nada en el resultado final. El gesto sí situaría claramente a Lizarbe como líder del sector crítico que puede conformarse ahora. De hecho, Lizarbe ya dio una clara pista de ello al acudir ayer al chupinazo de Sartaguda.
Chivite no parece temer que la oposición interna siga creciendo. En la rueda de prensa de ayer destacó, por un lado, que ha conseguido que el dimitido cabeza de lista Fernando Puras continúe en la Ejecutiva porque «es un valor político»; y, por otro, descartó la posibilidad de una escisión que citó Puras en su declaración de despedida. «No lo veo en el horizonte. El PSOE está conformado por una inmensa mayoría de compañeros que sabrán entender que hay un proyecto válido. Tenemos una posición privilegiada, somos una oposición cualitativamente decisoria», apuntó.
No al Congreso Extraordinario
El secretario general del PSN mostró incluso cierta suficiencia al minimizar la reunión mantenida anteayer en Ribaforada por un centenar de militantes críticos de Erribera, que hicieron un llamamiento a la desobediencia a los doce parlamentarios. Preguntado por ello, manifestó que «en política también hay que dar salida a los sentimientos y a las emociones, y yo los entiendo. Pero mi obligación es encauzar esta nave para que no zozobre. En estos casos se toma el timón con firmeza». Y para apuntalar este criterio recurrió a un conocido aforismo: «En tiempo de crisis, no hacer mudanza».
La prioridad tanto de Chivite como de la dirección del PSOE es evitar que los disconformes con la decisión logren convocar un Congreso Extraordinario. Esta opción fue rechazada ayer por el secretario general del PSN y por José Blanco. El partido tiene previsto su congreso ordinario para el próximo año, pero hay críticos que ven necesario adelantarlo. Estiman que así podrían mejorar los resultados en los comicios estatales de 2008 (donde el PSN puede atravesar serias dificultades) y además se abriría la posibilidad de una moción de censura contra Sanz si cambia la actual dirección y la línea estrategia del partido.
Al respecto, Chivite dijo, en declaraciones a RNE, que celebrar un Congreso Extraordinario sería «un error». «No sé cuál es la razón de esta reclamación, pero en estos momentos la política orgánica del partido tiene que ordenarse», comentó. Desde Madrid, Blanco añadió casi al mismo tiempo, en la Cadena Ser, que ese congreso sólo podría convocarse «si dimitiera la dirección de la Ejecutiva Regional, y no es el caso». Aprovechó para reiterar que el partido «no va a consentir críticas a la decisión» y anunció que ahora se va a «esforzar» en explicar la decisión al PSN. La Ejecutiva le ha convocado a un Comité Regional con fecha de 1 de setiembre.
IUN, convencido del pacto
Así las cosas, Ion Erro, coordinador de IUN, se mostró convencido de que ya hay un «acuerdo político» entre UPN y PSN «que va a durar cuatro años y, por tanto, no hay margen de posibles cambios a futuro».
«Sería conveniente que la ciudadanía navarra conociera el contenido del pacto oculto diseñado por el señor Zapatero y el señor Rajoy en Madrid y gestionado por Blanco y Sanz en sus reuniones este verano», dijo.
La dirección no concede importancia al escrito de cien afiliados de 22 agrupaciones de Erribera, que en la noche del lunes instaron al grupo parlamentario a «que desobedezca el mandato de la Ejecutiva Regional de abstenerse» ante Sanz.
Zapatero vuelve a hablar de cambio tras vetar un gobierno alternativo. Ayer, desde Sanlúcar de Barrameda, dijo que «las cosas van a cambiar en Navarra, en las formas y en los contenidos políticos, en bien de la convivencia». Los líderes del PSOE venden ahora la idea de que era pronto para un pacto con NaBai.
Blanco alegó ayer que pactar con NaBai no ha sido posible entre otras cosas porque cedió cargos a ANV. Aralar se apresuró a recordar que «es una gran mentira». Reiteró que sólo ha evitado coger actas de los ilegalizados, «como hizo UPN en Irurtzun».
La dirección del PSN dio ayer una nueva señal preocupante para quienes siguen creyendo que este partido puede hacer oposición a UPN. El sustituto de Fernando Puras como portavoz parlamentario será Roberto Jiménez, conocido por su trayectoria de colaboración con la derecha en su etapa como concejal en Iruñea (1999-2003).
Según algunas fuentes, en el grupo parlamentario no había más candidato que él para este cargo: unos se «borraron» por motivos obvios (al rechazar tajantemente la decisión de dar el Gobierno a UPN que el portavoz deberá defender el viernes), mientras que otros evitaron «quemarse».
Entre estos últimos está Samuel Caro, que aparecía en línea de sucesión lógica de Puras al ser el portavoz adjunto en el Parlamento y el número tres de la lista (la dos era Elena Torres). Chivite argumentó que Caro debe dedicarse a su labor como secretario de Organización del PSN. Y añadió que la designación de Roberto Jiménez ha sido efectuada por él mismo y todavía no está ratificada.
Jiménez, natural de Pitillas y de 33 años, ejerció como «delfín» de Javier Iturbe, portavoz del PSN en Iruñea que mantuvo una cooperación muy estrecha con Yolanda Barcina en proyectos como el parking de la Plaza del Castillo. Este alineamiento hizo que fuera postergado cuando Iturbe perdió la batalla interna en el comité local de Iruñea. Se presentó a las urnas en 2003 en una localidad alavesa en la que el PSOE tenía difícil cubrir sus listas y este año ha hecho lo mismo en Olazti. Chivite lo recuperó para el Parlamento. Ha destacado por su agresividad contra la izquierda abertzale, a cuyos simpatizantes se enfrentó de modo verbal en el arranque de la última campaña, en Errotxapea.
Sin embargo, advirtió de que la renuncia al escaño del líder del PSN en la negociación frustrada «no es suficiente para saldar la crisis. Ni Puras ni Chivite apostaron en ningún momento por el cambio y ambos han preferido acatar las órdenes de Madrid antes que priorizar el cambio exigido por la sociedad navarra».
Para la izquierda abertzale, la solución debe ir mucho más allá; en concreto, pasaría por la convocatoria de nuevas elecciones, ya que «los ciudadanos de Navarra conocen ahora perfectamente cuál es la apuesta real de cada partido político y pueden decidir de manera directa quién es válido y quién no para ese cambio».
Tras incidir en que «Navarra necesita el cambio, un cambio que acabe con la era de UPN pero también un cambio de contenidos», la izquierda abertzale sitúa la pelota a corto plazo en el tejado de los doce parlamentarios del PSN. En su opinión, «todavía es posible desalojar a UPN del Gobierno. Les emplazamos a que cumplan con el mandato otorgado por sus votantes, por la sociedad navarra en general, y voten contra el candidato de UPN. No vale lanzar balones fuera», señala en su nota.
PSNri begira «ateak irekita» izango dituela berretsi zuten Patxi Zabaletak eta Maiorga Ramirezek Nafarroa Bairen izenean Elena Torresekin bilera egin ondoren. Azken agerraldietan egin dutenaren antzera, gobernu alternatiboa lortzerik izan ez den arren, «aldaketa abian» dela ziurtatu zuen Zabaletak. Eta horri bultzada eman nahi diote orain, UPN-CDNri oposizioaren esparrutik aurre eginda eta PSNrekin elkarlanean arituta. «Erantzukizunak» honela eskatzen duela esan zuen Zabaletak.
Itxaropentsu agertu ziren NaBaiko bi hautagai nagusiak. Zabaletaren hitzetan, orain ezin izan da oso urruti dauden erakundeek honela erabaki dutelako, baina izan izango da.
PSOEren erabakiak oposizioaren lidergoa haien eskuetan uzten duela esan zuten Patxi Zabaletak eta Maiorga Ramirezek. EAko Nafarroako presidentea hurrengo urteko martxoko hauteskundeei begira ere jarri zen, eta hau adierazi zuen: «UPNrekin buruz buruko lehia izango dugu hautestontzietan, hemen dagoeneko bi aukera baino ez daude-eta».
Beste alde batetik, Fernando Purasek dimisioa eman ondoren, errespetua agertu dio NaBaik PSNko buru izandakoari. Baina Ramirezek hauxe erantsi zuen atzo: «Honek ez du PSOEren ardura agortzen aldaketa egiaztatzea ekidin duelako. Izan ere, erantzukizun politikoak askoz harago doaz».