La contratación precaria en Hego Euskal Herria no baja del 90%
Una año después de la entrada en vigor de la reforma laboral la tasa de temporalidad de la contratación se mantiene en un 90,3%. Las expectativas que el Gobierno español, los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme infundieron hace un año no se están cumpliendo en Hego Euskal Herria, porque la precariedad laboral se mantiene en niveles exagerados. Sólo uno de cada diez contratos firmados tuvo carácter fijo entre enero y julio de 2007.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Tras un año de entrada en vigor de la reforma laboral, la contratación temporal en Hego Euskal Herria no cambia de rumbo. La precariedad en el trabajo está instalada en el mercado laboral vasco. En los siete meses cerrados de 2007, los contratos temporales representan el 90,3% del total. Se han firmado 652.589 relaciones de trabajo, de las que sólo 63.304 fueron indefinidas o se convirtieron en fijas entre enero y julio. Los datos objetivos demuestran que por cada contrato fijo que se realiza se firman otros diez temporales.
Otro elemento que resalta de la contratación en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa es que en cinco años la contratación se ha incrementado casi en 150.000 contratos, de ellos 20.055 han sido fijos, lo que demuestra la necesidad de mano de obra que existe en el sistema productivo vasco. Este hecho objetivo choca, sin duda, con la voluntad de los empresarios de no realizar fijos, a pesar de que la última reforma ha incorporado exenciones en materia impositiva y de cotizaciones a la Seguridad Social para quienes den ese paso.
Último quinquenio
En el último quinquenio, la tasa de temporalidad tan sólo se ha reducido en un punto, a pesar de los beneficios que las administraciones públicas han puesto en manos de los responsables de las empresas para avanzar hacia una estabilidad del mercado laboral. De hecho, la reforma laboral que entró en vigor en julio del año pasado anunció una drástica reducción de la temporalidad, pero ese objetivo no se ha trasladado al sistema de contrataciones en los cuatro herrialdes.
El coste de la reforma alcanza los 4.000 millones de euros en ayudas a los empresarios, pero éstos no dan el paso y, en cambio, están obteniendo mejoras en el despido de los trabajadores a costes más reducidos. Tampoco ha servido para encadenar contratos, porque se sigue practicando. Un dato escandaloso es que la media en la contratación temporal es de 45 días, que uno de cada tres contratados no supera los treinta días en un mismo puesto de trabajo y que un 15% de los contratos temporales no va más allá de los siete días. Los contratos a menores de veinte años apenas representan el 5%. Todo esto hay que unirlo a que el 95% de los contratos temporales cuentan con salarios que apenas rebasan el salario mínimo interprofesional (SMI). Una información de la agencia Europa Press recogía ayer declaraciones de José Luis García Bengoa, director del área de Formación de Confebask, que alertaba de que en los próximos diez años se va a producir un déficit de mano de obra cualificada, sobre todo, en la demanda de técnicos de Formación Profesional y del sector industrial. Según su hipótesis «menos alarmista», apunta a que entre 2017 y 2019 se jubilarán 66.294 personas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y entrarán en el mercado laboral 40.320, por lo que «habría sólo 0,60 personas para sustituir a cada jubilado».
El responsable del sector del Metal y miembro del Comité Nacional de LAB, Igor Urrutikoetxea, alertó ayer de que los sectores «más feminizados» padecen un elevado nivel de contratación a tiempo parcial, que alcanza el 25%, y conlleva una situación laboral «más precaria». Asimismo, advirtió de «los datos preocupantes» de eventualidad en la contratación a tiempo completo, que ronda el 30%. En declaraciones a Europa Press, Urrutikoetxea advirtió de que los contratos a tiempo parcial «van en aumento», de modo que suponen el 13% en el conjunto del mercado laboral vasco y subrayó que este tipo de contratación «viene impuesto, sobre todo, en los sectores más feminizados». En los sectores en los que la presencia de la mujer es más importante, como Hostelería y Limpieza, el contrato a tiempo parcial alcanza hasta el 25% de la población activa. Esta situación, según criticó, «no es consecuencia de una opción personal de los trabajadores, sino de la dinámica del mercado de trabajo, que se impone contratos a tiempo parcial y no a jornada completa».
En este contexto, denunció que esta contratación conlleva una situación laboral «más precaria», con salarios que «no llegan muchas veces ni a los 600 euros». Por otro lado, advirtió de que, en el caso de los contratos a tiempo completo, también se perciben «datos preocupantes», porque la eventualidad «raya el 30%». Tras señalar que estas cifras «esconden inestabilidad e inseguridad en el trabajo», apuntó que «la sangrante» tasa de eventualidad existente «supera, con mucho, la media de la Unión Europea».
