El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, tachó ayer de «contradictoria» la actitud del PNV. Explicó que mientras en Ondarroa «planta cara a ANV», el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, «pretende establecer relaciones privilegiadas» con la formación ekintzaile. A su juicio, la «prioridad de todos los demócratas» debe ser «combatir el terrorismo» y señaló que en ese camino no puede haber «contradicciones».

Como viene siendo habitual desde la filas del PSE, Ares volvió a elogiar al máximo dirigente jeltzale, afirmando que Josu Jon Imaz «sí lo tiene claro».

La formación ekintzaile, aún estando ilegalizada por los tribunales españoles, cosechó cerca de 72.000 votos en Gipuzkoa y logró ser la segunda fuerza política del herrialde. Hechos que obvió de nuevo el dirigente del PSE, ya que aseguró que los representantes de ANV «no tienen legitimidad legal ni democrática».

San Gil, contra Zapatero

La presidenta del PP de la CAV, María San Gil, por su parte, calificó de «cinismo absoluto» que el Gobierno español pida a los empresarios que «resistan a la tentación de pagar a ETA» tras el supuesto envío de cartas por parte de la organización armada. Reprochó además a Zapatero que es él quien «ha permitido a ANV, que es Batasuna, que está ilegalizada por ser ETA, vuelva a los ayuntamientos».