El Gobierno británico ha dado un giro a su política exterior respecto al campo de concentración que EEUU tiene habilitado en su base militar de Guantánamo (Cuba) y ha pedido a la Casa Blanca que libere a cinco hombres retenidos allí, que residían legalmente en Gran Bretaña antes de ser detenidos.

La decisión del Gabinete de Gordon Brown supone un cambio frente a la posición de la Administración de Blair, que consideraba que no estaba obligada a pedir la liberación de esas cinco personas porque no tienen nacionalidad británica.

En un comunicado, el Ministerio británico de Asuntos Exteriores informó de que los responsables de esta cartera, David Miliband, y de Interior, Jacqui Smith, quieren que los cinco salgan de Guantánamo porque residían en Gran Bretaña y porque el Gobierno de Brown está a favor del cierre de esta base militar. Los cinco presos han sido identificados como Jamil el-Banna, Omar Deghayes, Shaker Aamer, Binyam Mohamed y Abdenour Sameur, a quienes se les había concedido estatus de refugiado, permiso indefinido o permiso excepcional.

Según el Foreign Office, Miliban ha escrito a la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, para pedirle su liberación, aunque aclaró que ésta puede llevar tiempo.

En enero de 2005, Londres consiguió la liberación y el retorno a casa de nueve británicos presos en Guantánamo.