Las fiestas de Gasteiz vivieron una fuerte caída después del fin de semana, lo que, como reflejo del ambiente general, ha repercutido en el recinto de las txosnas. El devenir de las jornadas festivas, sin embargo, no se ha alejado demasiado del análisis previo que, desde la Comisión, habían realizado. Gracias a ello, aseguran que han podido hacer frente al problema con un potente cartel de conciertos.

Tal y como expresaron ayer portavoces de la Comisión, la escasa respuesta que este año han tenido las fiestas de La Blanca es consecuencia directa del problema estructural de las mismas. La necesidad de un modelo participativo y unas fechas erróneas son, a juicio de la comisión, los principales problemas que derivan en la crisis de fiestas.

Desde de las txosnas lanzan un mensaje claro al Ayuntamiento: la necesidad de montar, sin demora, una comisión popular para gestionar de una forma más participativa el programa de fiestas. Asimismo, acusan al Consistorio de intentar esconder el bajo momento que viven las fiestas.

Respecto a la valoración de lo que se ha vivido durante esos días en el propio espacio de las txosnas, los portavoces de la Comisión se muestran satisfechos de la forma en la que han logrado ampliar el tipo y la cantidad de actividades. Aún y todo, no ocultan que los actos organizados por la tarde no han gozado de mucha afluencia. «Mientras la carpa se encontraba muy llena por las noches, a la tarde todavía viene poca gente», comentó Asier Sáenz de Ugarte.

Los conciertos de Berri Txarrak, Betagarri y Fermin Muguruza han sido los que más interés han despertado. Destacan, por otro lado, que el día 3, cuando las fiestas no habían empezado de forma oficial, el recinto acogió una de las jornadas con más afluencia. Según indicaron, este hecho es signo, por un lado, de que las fechas no son las más idóneas y, por otro, de que las txosnas están consolidadas como espacio con vida propia.

Éxito de las cenas

Uno de los grandes triunfos del recinto de las txosnas ha sido el éxito de las cenas, según resaltaron desde la Comisión, debido a queatrae a un tipo de público diferente al habitual y ello supone una «apertura importante».

El alcalde de Gasteiz, Patxi Lazcoz, cifraba el viernes pasado en 15.000 los visitantes de las txosnas, al tiempo que valoraba de forma positiva el funcionamiento del recinto. Sin aventurarse en la inabordable tarea de contar esa afluencia, la Comisión aporta el dato de 25.000 bocadillos vendidos. «Dudo de que cada persona comiera un bocadillo», señaló entre risas Sáenz de Ugarte.

Las fechas de fiestas siguen siendo uno de los temas de debate. Sin concretar días, las txosnas abogan por adelantar las fiestas de la Blanca. Y hacen un llamamiento al debate entre diferentes agentes para mejorar y diseñar entre todos las fiestas.