Tenemos el corazón roto y los ojos empañados, pero conservamos la mente lo bastante despejada como para agradecer a quienes con vuestra presencia y trabajo hicisteis posible que la despedida de Arantza se convirtiera en un homenaje que permanecerá para siempre con nosotros.

Eskerrik asko a quienes vinisteis desde lejos, al Colectivo de Presas, Presos y Refugiados Políticos Vascos que nos hicisteis llegar vuestro apoyo; a quienes no pudisteis estar por haber salido de vacaciones pero llorabais desde la distancia; a las compañeras y compañeros del Instituto de Arrigorriaga con quienes Arantza se sentía tan a gusto; a los padres, madres, irakasles e ikasles de Urduñako Herri Eskola; eskerrik asko a todos y todas las que con vuestras llamadas, flores y besos nos habéis arropado. Mila esker a quienes os acercasteis al micrófono en un momento en el que la voz apenas dejaba escapar las palabras, a dantzaris y txistularis, a nuestros jóvenes, a quienes a duras penas sujetabais las ikurriñas en un pasillo de honor y respeto; eskerrik asko a los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento de Urduña y de la Brigada, a los bomberos; a sus compañeros y compañeras de LAB.

Eskerrik asko a todos los que apoyasteis con vuestra firma a Arantza cuando los infames con nombres y apellidos decidieron despedirla tras dieciséis años de trabajo como alguacil por su honestidad, firmeza y compromiso. Para quienes entonces le disteis la espalda, para ese alcalde y concejales cobardes, nuestro más absoluto desprecio. No os habéis conformado con hacerle daño en vida sino que habéis ido más allá y lo habéis hecho también cuando Arantza no estaba ya físicamente entre nosotros. Que no se os olvide nunca que Arantza fue y será para siempre concejala de este pueblo que tanto la quiso. Cada uno ha quedado como lo que es.

Eskerrik asko a la nutrida familia de imputados del 18/98, a todos los y las mahaikides de Batasuna que habéis estado a nuestro lado y a ti Arnaldo que nos hiciste llegar tu cariño desde la cárcel, eskerrik asko por haber demostrado una vez más que, a pesar de todo lo que tenéis encima, buscáis siempre un hueco para estar con vuestra gente: con dirigentes así da gusto.

Nuestro reconocimiento a todos los que se nos puedan haber olvidado y un enorme abrazo para las mujeres y hombres de la izquierda abertzale de Urduña que sin tiempo para asumir el golpe os pusisteis a trabajar para que todo fuera perfecto. Nos quitamos la txapela. Como diría Arantza: «Ahí os dejo un trabajito».

Nuestras últimas líneas y un beso muy especial para Maolo, por lo que solo tú sabes, y para Xuban. («Altza Pelipe trulalai trulalai trulalai...»).