«La revista negra» llega a Bilbo con el espíritu de Joséphine Baker
Esta tarde llega al Teatro Arriaga «La revista negra», dirigida por Jérôme Savary e inspirada en el musical homónimo que Joséphine Baker popularizó en el París de los años veinte. Claqué, jazz, blues y, en general, música afroamericana constituyen un espectáculo que estará en la cartelera bilbaina hasta el 2 de septiembre.
Ianire RENOBALES | BILBO
Hoy dará comienzo, a las 20.00 horas, la primera función de «La revista negra-New Orlèans forever», un espectáculo con el que el Teatro Arriaga inicia su nueva programación.
Entre el 17 de agosto y el 2 de septiembre tendrán lugar 18 únicas funciones en las que subirán al escenario 23 artistas, entre actores bailarines y músicos. «El elenco es increíble y está lleno de entusiasmo, técnica y fuerza», declaró ayer al respecto Jérôme Savary, quien destacó muy especialmente el papel protagónico de la norteamericana Nicolle Rochelle, quien dará vida a la nueva Joséphine Baker.
El musical está inspirado en el espectáculo «La revue nègre», estrenado en París en 1923. En él, aparecía Joséphine Baker con un minimalista cinturón de plátanos y su troupe de músicos de jazz y bailarines afroamericanos. Con esta aparición, revolucionó el panorama cultural y musical parisino de la época.
Jugando con una paradoja
En los años 20, el Estado francés no era tan racista como EEUU. En el Estado francés no regían, al menos, las leyes que impedían a la población negra entrar en bares, como le pasaba a Duke Ellington después de actuar en el Waldorf, ni sentarse en los mismos bancos ni autobuses con los blancos. Era una época en la que en EEUU regían las leyes segregacionistas, que no fueron abolidas formalmente hasta 1956. En París, sin embargo, Joséphine Baker y su troupe eran recibidas con los brazos abiertos.
En «La revista negra» de Savary se alternan partes del musical original con otros momentos que dibujaron la historia del jazz. Es un espectáculo que abarca también muchos otros estilos musicales y de baile, como el claqué, el flamenco-blues, la salsa, el boggie-woogie o los ritmos tradicionales africanos.
El musical incluye un prólogo y trece escenas que miran al presente y al pasado de la música negra.
Arranca mostrando las jaulas del zoo del Jardin des Plantes, donde en 1932 tuvo lugar una exposición sobre las tribus africanas que visitaron más de 1.2 millones de personas. De ahí, la acción pasa a tiempos más recientes, a la Nueva Orleans devastada por el huracán Katrina, donde un pianista de jazz y un cantante de gospel buscan sus pertenencias bajo el agua. Por allí aparecerá un productor de espectáculos francés que está buscando a una nueva Joséphine Baker.
Exceptuando este último personaje, todo el elenco de «La revista negra» es de color, manteniendo así la esencia del musical en el que se inspira.
El espectáculo termina con una jam session en el escenario y el patio de butacas en la que participa bailando y tocando todo el reparto.
La realización de una nueva «Revista negra» es el telón de fondo argumental de este musical, en el que Jérôme Savary se propuso abordar diversos temas. «El objetivo es que la gente pase un buen rato, pero sin renunciar a plantear cuestiones como la situación actual de la población negra de Nueva Orleans, las diferencias entre la sociedad francesa y la norteamericana, las influencias cubanas sobre el jazz o las similitudes entre el flamenco y el blues», declaró ayer el director.
I.R.