Beñat ZARRABEITIA

Pocos equipos en Europa, si acaso el Real Madrid, generan tanta controversia como el Bayern de Munich. El equipo alemán se ha ganado el sobrenombre de «Hollywood Fútbol Club» por sus numerosos escándalos, salidas de tono y el supuesto glamour que adorna a la entidad. Ahora inicia una temporada de reconversión absoluta.

Los temporada pasada, los bávaros completaron una nefasta campaña. Tanto que ni siquiera pudieron salvar los muebles y meterse en la Champions. Este hecho provocó un profundo terremoto en la entidad. Ante ello, los principales responsables del club, los ex jugadores Beckenbauer, Rummenigge y Hoeness, se pusieron manos a la obra para completar la plantilla más competitiva posible. Y lo han conseguido, como lo demuestran los fichajes de Luca Toni, Ribery, Sosa, Hamit Altintop, Klose y Marcell Jansen.

Unos refuerzos que, sin duda, han dotado al equipo de Hitzfield de un enorme poder ofensivo. La presencia de dos auténticos killers del área como el italiano y el alemán de origen polaco generará pánico en las defensas de la Bundesliga, ya que ambos son de los mejores finalizadores del planeta.

Además, estas dos incorporaciones permitirán a Lukas Podolski, una de las grandes apuestas del club, jugar de enganche. Otro jugador con el que los bávaros aspiran a volver a la primera plana continental es Franck Ribery. El galo se ha convertido en el fichaje más caro del Bayern, que ha pagado 25 millones de euros al Olympique de Marsella. Una cantidad que pesará sobre las espaldas de Scarface, como es conocido en el Estado francés debido a un accidente que sufrió en su niñez y que le dejo grandes secuelas en el rostro, pero que sus compañeros esperan que solvente con facilidad. Es más, tras ver su nível en pretemporada, Van Bommel aseguró que el francés «puede alcanzar la misma magnitud que Ronaldinho».

Para el centro del campo, Hitzfield ha buscado un nuevo estilo con el fichaje de Sosa. Un jugador curtido en el Estudiantes del inefable Cholo Simeone. Además, ha repescado al añorado Zé Roberto.

Antes de entrar, dejen salir

Claro que para que se produjeran tantas entradas, el Bayern ha tenido que desprenderse de varias de sus piezas más importantes. Así, la baja más notable ha sido la de Har-greaves, que se ha marchado al Manchester United a cambio de 26 millones. Junto al canadiense, también han abandonado el club el peruano Pizarro, Roy Makaay o la eterna y exasperante promesa llamada Roque Santa Cruz, que se ha marchado al Blackburn.

Sin embargo, la despedida más emotiva ha sido la de Mehmet Sholl. El talentoso jugador de origen turco se despidió el miércoles de la afición bávara. Scholl, que durante su carrera ha dado muestras de su clase, calidad, divismo, falta de constancia y enfados, deja el fútbol como un icono para el Bayern. Para la historia queda el «viejo pajillero» que le espetó a Trappatoni tras sustituirle en medio de un partido.

Quien sí seguirá es Oliver Kahn. El meta, que ya tiene 37 años, ha dejado atrás los tiempos de vino y rosas en los que era indiscutible tanto en el Bayern como en la selección. Su rendimiento ha decaído, pero su presencia sigue intimidando a muchos delanteros. Así, el debate sobre el relevo generacional en la portería de los bávaros se ha pospuesto al menos por una temporada. La presencia de Sepp Maier como entrenador de porteros también ha contribuido a este retraso. De hecho, el portero de la selección germana en el Mundial del 74 fue apartado por Oliver Bierhoff, director técnico de la Maanschaft (el equipo nacional), por su favoritismo hacía Kahn en la pugna que éste mantenía con Lehmann por la titularidad.

Compuesto por semejantes mimbres, el Bayern parte con el cartel de gran favorito para la Bundesliga y la UEFA. Es más, los alemanes están obligados a no fallar. De hecho, con este reparto el «Hollywood Fútbol Club» tiene la oportunidad de crear una superproducción con la que haga historia tras el gran fracaso de la última temporada.

La pista del estreno será el majestuoso Allianz Arena. Nuevo epicentro de un equipo que seguirá despertando amores y odios por todo el continente.