Las inundaciones llevan a aplazar la cumbre de Corea del Norte y del Sur
Las graves inundaciones que padece Pyong yang aplazan a octubre la histórica cumbre entre los líderes surcoreano Roh Moo-hyun y el norcoreano Kim Jong-il. El agua provocada por el monzón al oeste, en el sur de Asia, deja más de 36 millones de afectados.
GARA |
La histórica cumbre entre los líderes de Corea del Norte y del Sur, prevista para finales de este mes en Pyongyang, fue aplazada ayer hasta octubre debido a las graves inundaciones sufridas por el país comunista. La reunión presidencial, la segunda en la historia de ambos países, iba a celebrarse en Pyongyang entre el 28 y el 30 de agosto, pero ahora ha sido programada para los días 2 y 4 de octubre en esa misma ciudad.
El aplazamiento de esta esperada cumbre da cuenta de la seriedad de la situación que vive Corea del Norte debido a las lluvias torrenciales ocurridas entre el 7 y el 12 de este mes, que causaron varios cientos de muertos y de desaparecidos e inundaron parte de la superficie del país, con gran incidencia en la capital.
Según Naciones Unidas, las inundaciones provocaron al menos 214 muertos, 300.000 desplazados y la pérdida de 450.000 toneladas de grano, el 11% de la producción del país.
Señaló que el 10% de la población norcoreana está desplazada, el 70% del total de tierra de cultivo ha sido afectada y el 50% de los hospitales han quedado destruidos a consecuencia de las inundaciones.
De acuerdo con la información difundida por la ONU, unas 58.000 viviendas han sido destrozadas, 800 de ellos edificios públicos, además de 540 puentes.
Lluvías monzónicas
El agua también ha dejado un dramático rastro tras de sí más al oeste, en el sur de Asia. Las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas en Bangladesh, Nepal e India se han cobrado la vida de más de 2.500 personas y afectado a más de 36 millones de personas, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las autoridades de los tres países, junto con la ONU, trabajan para evitar la propagación de epidemias, como la diarrea, enfermedad que sólo en Bangladesh ha afectado a 61.400 personas desde que comenzó el monzón, a mediados de junio. Las lluvias monzónicas arrasaron con gran parte de los cultivos, por lo que en los tres países se necesitan alimentos y agua potable, según señaló Selva Sinnadurai, responsable de la delegación de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Dhaka.
La situación no es mejor al norte de Asia, donde 181 mineros quedaron atrapados en el interior de dos minas de carbón tras romperse una presa del río Wen debido a las fuertes registradas en el este de China. Las autoridades apuntaron la posibilidad de que los trabajadores atrapados estuvieran muertos.
En el momento del desastre, en la mina se encontraban 756 mineros, perso 584 lograron escapar. Unos 2.000 militares, policías y mineros trabajaban para sellar la grieta de unos 50 metros abierta en la presa del río Wen, según la agencia Xinhua.
También en China, más de de 900.000 personas fueron evacuadas a zonas más altas del sureste ante la inminente llegada del tifón Sepat, cuya llegada estaba prevista para ayer tras sacudir Taiwan, donde falleció al menos una persona.
Los expertos esperaban que el tifón tocara la costa china con vientos de hasta 144 kilómetros por hora.
Con vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora, el huracán Dean, primero de la temporada atlántica que ha causado al menos tres muertos y numeros destrozos en las islas caribeñas de Santa Lucía, Dominica y Martinica, se ha convertido ya en un ciclón de categoría cuatro que mantiene bajo máxima alerta a República Dominicana, Haití, Jamaica, Cuba las islas Caimán y la península de Yucatán. Han comenzado a evacuar turistas.
Los fuertes vientos arrasaron en Santa Lucia con los tejados de decenas de casas y un hospital, cuyos pacientes habían sido evacuados horas antes. La Policía informó de que un hombre fue arrastrado por el agua y murió ahogado al intentar rescatar a una vaca atrapada por la crecida de un río. También hubo víctimas mortales en Dominica, donde una mujer y su hijo fallecieron al quedar su casa sepultada por un desprendimiento de tierra.
El huracán podría también inteferir en las operaciones de aterrizaje del Endeavour, que podría adelantar su regreso a la tierra.