La plataforma Praileaitz SOS, que agrupa a numerosas entidades culturales de Debabarrena, y la asociación Mutriku Natur Taldea han desvelado que la ladera de Praileaitz en la que se abre la cueva del chamán paleolítico que tanto está dando que hablar forma parte de la Zona de Servidumbre de Protección que establece la Ley de Costas y que la cantera de Sasiola, del grupo Amenabar, vendría actuando en ella de forma ilegal al menos desde 2002.

A petición de Mutriku Natur Taldea, el Servicio de Costas de Gipuzkoa ha confirmado que no ha emitido informe alguno -de hecho, «no ha sido solicitado», según puede leerse en su escrito- sobre la explotación de la cantera de Sasiola en la citada zona. Se trata, sin embargo, de un informe «preceptivo», según denuncian Praileaitz SOS y Mutriku Natur Taldea. «Por tanto -señalan Javier Castro y Rafael Pérez, en nombre de las citadas entidades-, la cantera, cuyo frente hace tiempo que invadió la zona, estaría actuando de forma ilegal y, asimismo, el reciente decreto del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco sobre el yacimiento paleolítico sería nulo de pleno derecho, pues no tiene en cuenta para nada que la cueva está dentro de ese espacio de protección».

La Ley de Costas establece una Zona de Servidumbre de Protección en la que están restringidas las actividades. Aunque en el caso de la CAV la gestión de esa zona corresponde al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Lakua, cualquier intervención debe contar con el informe de la Administración del Estado, en concreto, del Servicio de Costas.

«Ahora sabemos oficialmente que ese informe no existe -subraya Castro, portavoz de Praileaitz SOS- y, en caso de que existiera, debería ser inexcusable- mente contrario a la explotación de la cantera, pues la Ley de Costas prohíbe expresamente las actividades que impliquen la destrucción de yacimientos de áridos y la ejecución de terraplenes y desmontes de más de tres metros. De modo que la cantera de Sasiola está trabajando ilegalmente en la zona de servidumbre de protección, según nuestros cálculos, al menos desde 2002».

«Incluso en el hipotético caso de que hubiese recibido autorización -apostilla Rafael Pérez, presidente de la asociación Mutriku Natur Taldea-, su actividad sería ilegal, pues, al haber entrado en una zona de protección, debería haber tramitado una nueva Evaluación de Impacto Ambiental, tal y como establece la Ley de Medio Ambiente, y no lo ha hecho».

El decreto de Lakua

En cuanto al reciente decreto del Departamento de Cultura del Gobierno de Lakua sobre el yacimiento del chamán paleolítico, sería «nulo de pleno derecho», puesto que, «al no tener en cuenta que la cueva se halla en la zona de servidumbre de protección, autoriza labores de la cantera allí donde no tiene autoridad para hacerlo, porque un decreto no puede contravenir lo que dice una ley, que es de rango superior».

Praileaitz SOS y Mutriku Natur Taldea han puesto el resultado de sus pesquisas en conocimiento de todas las institucio- nes implicadas, incluida la Delegación del Gobierno del Estado. «Ya no pueden decir que no están al corriente», destacan. Piden la paralización inmediata de la cantera en la zona de servidumbre y que, si los hechos pudieran ser constitutivos de delito, se ponga en conocimiento del fiscal. «No descartamos que haya podido haber prevaricación -afirma Castro-, pues no es normal que, en un tema como éste, del que tanto se ha hablado, algo de esta envergadura haya pasado desapercibido. Nosotros, que al fin y al cabo somos unos ciudadanos que tenemos nuestras ocupaciones y que sólo nos dedicamos a esto porque nos han obligado las circunstancias, hemos indagado un poco y hemos dado con ello. Por eso nos sorprende que ninguna administración haya caído hasta ahora en la cuenta, sobre todo en los últimos meses. Hay que tener en cuenta que desde que aparecieron las pinturas en la cueva hasta la publicación del decreto del Departamento de Cultura ha transcurrido prácticamente un año, tiempo que teóricamente ha servido para estudiar el asunto a fondo, aun- que luego, en la práctica, nos encontramos con que han utilizado documentación sin actualizar, como un plano que se remonta nada menos que a 1983, en el que aparecen zonas que ya ha engullido la cantera. Pero, ya digo, sorprende que se dedique a estudiar algo tanto tiempo y se pase esto por alto».