Beijing vincula la crisis comercial con EEUU a los comicios a la Casa Blanca
El Gobierno chino vincula las crecientes quejas de Washington contra las subvenciones de las exportaciones chinas y su mala calidad a las próximas elecciones presidenciales en EEUU, que se celebrarán en 2008. «Las relaciones comerciales entre China y EEUU se convierten en foco de atención en periodo de elecciones», señala el asistente del ministro de Comercio, Wang Chao
Marga ZAMBRANA
Demostrar mano dura con el competidor chino se ha convertido en una de las bazas favoritas de los candidatos para las próximas presidenciales, y desde que los demócratas se hicieron con el poder en el Congreso en noviembre pasado éste ha tramitado 28 proyectos de ley contra los productos chinos, una cifra sin precedentes.
El Departamento de Comercio de EEUU ha lanzado investigaciones anti-dumping -contra la competencia desleal por supuestos subsidios del Gobierno chino- desde noviembre contra cinco importaciones: papel satinado, cañerías, tuberías de acero, sacos tejidos laminados y neumáticos.
La tensión ha crecido desde que en marzo Washington abrió otra investigación para aplicar derechos de compensación sobre estas importaciones, es decir, tarifas de penalización por dumping. «En cuanto al déficit comercial (de EEUU con China, que batió el récord de 233.000 millones de dólares en 2006), reiteramos las razones: muchos expertos creen que si EEUU no comprara manufacturas baratas a China, las compraría a cualquier otro país», añadió Wang.
El Gobierno chino denunció que la avalancha de pesquisas infringe las normas de la Organización Mundial del Comercio por suponer una doble tasación impositiva. El comercio bilateral alcanzó 287.000 millones de dólares en 2006, y en los cinco primeros meses de este año EEUU importó de China por valor de 121.000 millones dólares.
El último golpe contra los productos chinos ha sido la retirada de 19 millones de juguetes fabricados en China adquiridos por la mayor juguetera del mundo, Mattel.
El viceministro de Comercio, Gao Hucheng, reconoció que las fábricas chinas cometieron un error con la cantidad de plomo aceptada según las normas en la pintura de estos juguetes, pero culpó a Mattel de no vigilar la calidad de las partidas que recibía.
Los juguetes chinos suponen un 45% de este sector en el mundo, y la mitad de sus exportaciones se vendieron en EEUU en 2006 por 3.200 millones de dólares.
En la escalada de conflictos contra exportaciones chinas nocivas para la salud humana -medicamentos que mataron a cien personas en Panamá en los últimos meses, alimentos para mascotas, pescado y ahora juguetes-, la prensa, dice Beijing, también tiene la culpa. «Los medios americanos están exagerando los problemas de calidad y seguridad de los productos fabricados en China», manifestó el viceministro Gao.
China tampoco se ha quedado cruzada de brazos contra lo que considera una actitud «proteccionista», y ante cada nuevo escándalo por sus exportaciones, ha frenado las importaciones procedentes de esos países, entre ellas la soja estadounidense.
Hierbajos peligrosos y pesticidas es lo que han encontrado las aduanas chinas en la soja transgénica estadounidense, de la que Pekín es uno de los principales compradores. «Esperamos que mientras ambos países puedan esforzarse y considerar las preocupaciones del otro para resistir al impacto negativo de este proteccionismo comercial, podamos encontrar más áreas de convergencia», añadió.
El viceministro culpó a Washington de su déficit comercial con China por frenar sus exportaciones tecnológicas por miedo a la transferencia de tecnología, aunque EEUU venderá sus reactores nucleares de tercera generación al país asiático.
A pesar de las quejas de Washington, China se convertirá este año o el próximo, según anunció Gao, en el tercer destino de las exportaciones estadounidenses, superando a Japón.
El Gobierno chino culpó ayer a Mattel de la retirada del 85% de los juguetes por defectuosos y a los productores chinos del 15% de las partidas porque registraron un exceso de plomo en la pintura. «Del total de 20,2 millones de juguetes devueltos por Mattel, un 85% se debió al diseño del productor estadounidense y se fabricó sobre la base de los requisitos del importador», señaló Li Changjiang, ministro de la Administración General de Supervisión de Calidad y Cuarentena (AQSIQ)
Explicó que había visto algunos de esos juguetes y que «tenían graves problemas» en su diseño: «Este tipo de juguetes habrían sido devueltos en cualquier país». «Y en lo que respecta a los juguetes defectuosos que no cumplían con los estándares debido a la concentración de plomo, la proporción es de un 15%», indicó.