El presidente francés, Nicolas Sarkozy, adversario declarado de la entrada de Turquía en la UE, evocó ayer la posibilidad de que levante su veto al relanzamiento de las congeladas negociaciones de adhesión, evolución que condicionó a una reflexión de fondo sobre el futuro de la Unión.

En el contexto de un discurso sobre la política exterior de su Presidencia, Sarkozy exigió el lanzamiento de aquí a finales de año de un comité de diez o doce «sabios al más alto nivel» que sería el encargado de reflexionar sobre la UE en el horizonte 2020-2030.

Como segunda condición, Sarkozy exigirá que la reflexión incluya como posibilidad no sólo la adhesión sino la asociación estratégica, solución que personalmente defiende.

Sarkozy insistió en que «no voy a ser hipócrita: todo el mundo sabe que soy contrario a la adhesión y creo que la asociación será un día reconocida por todos como la solución más razonable».

No obstante, se abstuvo de repetir discursos rotundos como aquel en el que aseguró que «Turquía no tiene sitio en Europa». Tampoco hizo menció a la expresión de «asociación estratégica». rechazada por Ankara por simbolizar un estatus de segunda en la UE.