Proceso interno en el PNV
El EBB perfila las líneas maestras de su ponencia «de consenso»
El Euzkadi Buru Batzar (EBB) abordó ayer en Donostia, además del actual momento político marcado por el atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Durango, los trabajos para elaborar la ponencia política que marcará la estrategia del PNV para los próximos años y con la que busca lograr un consenso interno que permita presentar una única candidatura en el proceso interno que culminará con la renovación de la dirección del partido.
GARA | DONOSTIA
En su primera reunión tras el periodo estival, la ejecutiva del PNV, con la presencia del lehendakari Juan José Ibarretxe, debatió las líneas fundamentales de la ponencia política, de la que existe un borrador y que, según fuentes de la formación jeltzale citadas por la agencia Efe, podría estar finalizado en una o dos semanas. El proceso interno del partido se centra actualmente en el texto que definirá su línea política futura, ya que si los dos sectores que se enfrentaron en el anterior proceso asambleario [encabezados por Josu Jon Imaz y Joseba Egibar] llegan a un acuerdo respecto a la estrategia, será posible confeccionar una candidatura única que cierre las heridas aún abiertas tras la sucesión de Xabier Arzalluz.
Así lo manifestó el propio Egibar el pasado día 7, cuando recalcó que lo fundamental de este debate interno que se prolon- gará hasta el invierno era acordar la ponencia y no tanto «una discusión entre personas». Por este motivo, se mostró convencido de que, en el caso de existir un consenso sobre la ponencia, sólo una candidatura concurrirá a la elección del nuevo EBB.
La ejecutiva del PNV también abordó en el encuentro, que se inició a las 11.30 y del que ningún portavoz accedió a dar información, el Debate de Política General a celebrar a finales de setiembre en el Parlamento de Gasteiz y en el que el lehendakari Juan José Ibarretxe, presuntamente, dará a conocer nuevas iniciativas políticas. Es el caso del compromiso adoptado para que, antes del final de esta legislatura, se celebre una consulta en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
La consulta popular
Una cuestión que tiene como telón de fondo las distintas interpretaciones expresadas en el seno del partido sobre su celebra- ción. Y es que el culebrón del verano político ha girado sobre la conveniencia o no de la convocatoria de ese hipotético referéndum, iniciado con el artículo «No imponer, no impedir» firmado por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y que vio la luz el 16 de julio en dos grupos de comunicación. Aquel texto venía a parar los pies a Ibarretxe al sostener que «una consulta planteada como escenario de acumulación de fuerzas para una confrontación política es contraria al espíritu y a la letra de la posición» jelkide.
Ese posicionamiento recibió la réplica de Egibar, que vio en la apelación al pacto con el Estado de Imaz una puerta abierta para el veto español, y críticas de las formaciones que comparten con el PNV responsabilidad de gobierno en Lakua: mientras EA denunció que se trataría de «faltar a la palabra» y censuró la «obsesión [del presidente del EBB] por seducir a España» negando el derecho a decidir de los vascos, EB sentenció que la consulta se celebrará.
La polémica vivió un nuevo capítulo la semana pasada. Primero fue el presidente del GBB quien apostó por consultar a alaveses, vizcainos y guipuzcoanos esta legislatura: «No creo que en el partido vaya a ser objeto de discusión». Y después el consejero de Justicia de Lakua, Joseba Azkarraga, advertía que «ante las voces que últimamente abogan por practicar una pólitica de consenso a cualquier precio con los partidos centralistas, extremando el pragmatismo en la búsqueda de acuerdos», es necesario postularse por la «firmeza democrática a la hora de defender los principios medulares del nacionalismo: el derecho de los pueblos a decidir su futuro en libertad».
«El chivo expiatorio de Imaz»
Después de que el portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, le tachara de «desleal», el sábado el propio Imaz cargó contra Azkarraga en otro artículo de prensa -titulado «Radicalidad frente a pragmatismo. La paradoja vasca»-, en el que le preguntaba «cómo va a avanzar en nuestro autogobierno a través de la confrontación con el Estado». Al tiempo abogaba «sin complejos» por la transversalidad y el pacto.
La respuesta a esta andanada llegó ayer en forma de otro artículo, en este caso firmado por el consejero de Justicia y publicado en los diarios del Grupo Vocento. En él destacó que Imaz le ha elegido como «chivo expiatorio y excusa para abordar cuestiones a debate» en el seno del PNV y que el jeltzale sostiene sus reflexiones «en una premisa falsa», ya que, aseguró, él no ha demonizado ni el pragmatismo ni la transversalidad.
Azkarraga matizó que su crítica se dirige a la negativa de «los interlocutores de Madrid» a renovar el pacto estatutario: «No abomino de la transversalidad, porque creo en una necesaria convivencia. Lo que deploro y denuncio es que los gobiernos de turno en el Estado no tienen ni la más mínima voluntad de llegar a un acuerdo. Han confundido el entendimiento con el obligado trágala a sus adversarios. Y eso no puede ser».
«Simplemente le recordaré [a Imaz] que mi partido y yo hemos planteado la necesidad de la confrontación democrática como legítima opción ante la negativa del Estado a buscar de manera conjunta una solución al conflicto político que vivimos. Esa negativa se hace patente desde hace años», agregó.