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Posiciones ante la consulta popular

«La consulta debe servir para abrir un escenario democrático»

La izquierda abertzale apuesta por una consulta popular que tenga la entidad necesaria para encarar el conflicto político y que traslade a Euskal Herria hasta un escenario democrático donde todos los proyectos, sin excepción, tengan cabida. Tras criticar duramente el «espectáculo» mediático que se ha podido observar durante los último días, Joseba Permach emplazó a todas las fuerzas a esclarecer su postura y mostrar sus ofertas para afrontar la actual situación.

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Oihana LLORENTE |

Tras tildar de «espectáculo bochornoso» el debate mediático creado en torno a la consulta popular anunciada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para el tramo final de su legislatura, la izquierda abertzale abogó ayer por una consulta que tenga «suficiencia» para abordar la solución del conflicto que padece Euskal Herria, así como para abordar la consecución de un escenario democrático.

Ante un nutrido grupo de periodistas y sin entrar al trapo sobre las declaraciones promovidas por formaciones de diversa índole, la izquierda abertzale, por voz de Joseba Permach, definió de manera clara y concisa la postura que mantiene ante la consulta popular. Precisó que ésta supone un «ejercicio práctico del derecho que tiene este pueblo a decidir su futuro».

El también mahaikide Joseba Alvarez, que compareció en la capital guipuzcoana junto a Permach, calificó el derecho a la consulta como «un instrumento político esencial». A su entender, esta herramienta aborda soluciones políticas validas en contenciosos de carácter tanto político, como político-militar, y como muestra de ello trajo a colación un sinfín de situaciones donde se ha ejercido este tipo de consulta a lo largo y ancho del mundo.

Permach resaltó que cualquier ejercicio de libre determinación que se pretenda abordar en el conjunto del país debe de tener como premisa encarar el conflicto político y armado que padece Euskal Herria, hallando una solución política a este enfrentamiento. En este sentido, subrayó la necesidad de «hincar los dientes a las raíces del conflicto», que a su juicio no son otras que el derecho a decidir de la ciudadanía vasca y la articulación territorial.

Cabida de todos los proyectos

Además, a juicio del portavoz abertzale, la consulta popular debe de acarrear consigo un «cambio del marco político». Un cambio que, a su entender, se traduce en la consecución de un nuevo marco democrático; en el cual, según explicó, todos los proyectos políticos, incluido el independentista, puedan desarrollarse si la ciudadanía vasca así lo decidiese.

Los represnetantes de la izquierda abertzale apuntaron que la consulta debería desarrollarse en el conjunto de los territorios que conforman Euskal Herria, ya que, tal y como defendió Permach, esta decisión «debe ser adoptada por todo el conjunto de la ciudadanía vasca».

No obstante no entró en los entresijos del método de consulta, y explicó que la forma de canalizar la iniciativa al conjunto de la ciudadanía y su desarrollo en el tiempo deberá ser estudiado y acordado entre todos los agentes involucrados.

Tras defender la participación de la totalidad de sociedad vasca en la consulta, el portavoz de Batasuna enfatizó en que es ella, y no Madrid y París, la que debe tener «la última palabra».

El mahaikide, durante la rueda de prensa, reiteró una y otra vez la necesidad de que cualquier consulta que se pueda llevar a cabo en este país aporte «el principio de suficiencia». Una suficiencia que, a su entender, debe ser bidireccional. Por un lado, según destacó, debe traer consigo la superación del conflicto encarando el derecho a a decidir y la articulación territorialidad.

Mientras que, por otro, debe garantizar un cambio del actual marco político que conlleve a un escenario democrático para el conjunto del país.

En esta línea, reiteró el apremio de que tanto la ciudadanía de Euskal Herria como los agentes políticos lleguen a un acuerdo político en torno al marco que necesita este país. A su juicio, estos actores deben ser «capaces» de «desatar conjuntamente los nudos de la negación de los derechos nacionales de este pueblo».

Ante la vorágine creada en torno a la consulta popular, Permach recordó que la izquierda abertzale lleva meses poniendo encima de la mesa la propuesta de marco democrático. Una oferta, que según manifestó «encamina los mínimos democráticos que lleven a Euskal Herria a la superación definitiva del conflicto».

Esta propuesta, como volvió a detallar en la comparecencia de ayer, se basa en garantizar una articulación territorial formada por dos autonomías con derecho a decidir. Una agruparía a los herrialdes de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa Garaia; mientras que la otra reuniría a Lapurdi, a Nafarroa Behera y a Zuberoa.

«Pregunta válida»

Tras resaltar que hasta este momento, esta propuesta es la única que existe encima de la mesa, Permach aseguró que esta oferta parte de la realidad actual y garantiza la creación de una marco democrático donde todos los proyectos, sin excepción, tienen cabida.

A juicio del mahaikide esta propuesta responde a la necesidad que una gran mayoría social reivindica, por lo que señaló que podría ser «la pregunta valida» para realizar a la ciudadanía vasca. En todo caso, señaló que esta oferta es la propuesta sugerida por la izquierda abertzale.

Tras recordar que tanto el PSOE como el PNV rechazaron esta oferta política, el mahaikide aseguró que estas dos formaciones prefieren «seguir con el conflicto y con el actual marco político y jurídico»; «negando así el derecho a decidir de este pueblo» sentenció.

Ante esta oposición a la superación del conflicto y el último «espectáculo» en torno a la consulta popular, Permach criticó duramente la actitud de estas formaciones y aseguró que tras este «rifirrafe interpartidario» no hay más que «intereses políticos y partidistas». Calificó estas posturas de «muy graves» y reclamó «seriedad» a la hora de abordar esta cuestión.

En la comparecencia, además de clarificar la postura que mantiene la izquierda abertzale, Permach emplazó a las demás formaciones a hacer lo propio. Las instó a que, por encima de «rifirrafes mediáticos», definan su posición política en torno a claves como la consulta, la necesidad del cambio político o la articulación territorial.

Permach exigió «sinceridad y claridad» al conjunto de las formaciones políticas y las animó a explicar ante la ciudadanía cuáles son sus alternativas para afrontar la actual situación.

No obstante, el mahaikide no dudó en asegurar que de no hacerse así es «por que no hay oferta política que ofrecer». Permach fue más allá, y dirigiendose al PNV, afirmó que tras ese silencio puede haber «intereses de volver a repetir chapuzas como la de Catalunya». A juicio de la izquierda abertzale lo acaecido en este país no fue más que «una mera reforma estatutaria», que no acarreó cambio político alguno.

«Además de dibujar un nuevo escenario, encauza la resolución de conflictos»

«El derecho a la consulta, además de servir para dibujar un nuevo escenario internacional, sirve para encauzar la resolución política de los conflictos». Esa fue la rotunda frase con la Joseba Alvarez definió la consulta popular.

A su juicio, el derecho a la consulta es «el mejor método para llegar a un escenario desmilitarizado y democrático», y como muestra de ello el mahaikide recordó las realidades vividas en Quebec e Irlanda. Explicó que estos dos paises a día de hoy están en fase de resolución política tras haber sido reconocido el derecho a la consulta.

No obstante, la otra cara de la moneda fue reflejada por Sahara, Palestina e Irak, naciones a las que se les ha conculcado este derecho lo que les ha cundicodo a un encrudecimiento de la situación.

Alvarez explicó que todo pueblo en el que se realiza una consulta de esta índole debe tomar cinco decisiones importantes: autoafirmarse como pueblo; autodefinirse, definiendo su lengua, su economía, su cultura...; autodelimitarse, decidir en que territorio y que ciudadanía va llevar a cabo la consulta; auto-organización, definir qué tipo de organización política se va a proponer para el futuro de ese país; y la autogestión, concretar qué niveles competenciales y que procedimiento se van a utilizar en el ejercicio de la consulta.

El mahaikide donostiarra denunció que mientras en la comunidad internacional se dan ejemplos prácticos de consultas populares, en el Estado español se vulnera este derecho. En esta línea, trajo a colación el ejemplo de Catalunya, donde después de que la Generalitat, con el %90 de sus representantes, aprobara una reforma del Estatuto, el Congreso español rechazó esta propuesta.

A entender de Alvarez, la iniciativa fue «mutilada». O.L.

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