DEIA Oscar Subijana 2007/8/31
El interventor
La Corona española ya ha designado a un interventor encargado de llevar las cuentas de la Familia Real, o la más real de todas las familias, como ustedes quieran verlo. O sea, que ya tienen a su disposición a una persona que pagará las comidas en el chiringuito de la playa de Palma, abonará con corrección -y propina, esperamos- el importe de llenar el Porche en la gasolinera, o adelantará esos euritos que se gana el chaval encargado de amarrar el yate en el pantalán de cualquier puerto deportivo al que pocos mortales pueden acceder con libertad. La verdad es que la noticia es un alivio, porque algunos ya pensábamos que la falta de control podía dar pie a extralimitarse en el gasto. Nada más lejos de la realidad, si no fuera por un pequeño detalle que lo echa todo al traste. Si la partida presupuestaria para la Casa Real ya era abultada de por sí, ahora al dispendio se suma el sueldo -que, seguro, será abultado- del interventor. ¿Como era aquello de si no quieres taza...? No hará falta recordar a los avispados lectores que estos gastos destinados a tener un Rey son abonados por todos y cada uno de los que tenemos una nómina y pagamos impuestos. (...)