Desapariciones sin resolver de militantes vascos
«De confirmarse las declaraciones del italiano, sólo cabe que sea `Pertur´»
Angel AMIGO
Productor de cine
Gari MUJIKA | DONOSTIA
Al cumplirse 31 años de la desaparición en Behobia del dirigente de ETA (pm) Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, el productor de cine y ex compañero de filas Angel Amigo ha dirigido y producido un documental centrado en su figura y en el contexto político en el que ocurrió su desaparición. El trabajo aporta indicios más que sólidos de que, tal y como defendieron ETA (pm) y ETA (m), detrás de la operación se esconden los servicios secretos españoles.
¿El libro que escribió sobre Pertur ha sido la base para realizar el documental?
No. El documental se ha hecho a sí mismo según íbamos trabajando. La idea surgió hace un año, cuando se celebró un acto de homenaje a la figura de Pertur con motivo del 30 aniversario de su desaparición y nos juntamos unos 500 ex poli-milis. Y surgió el tema. Había una serie de datos sueltos que no cuadraban bien con la tesis instalada en la opinión pública, y empezamos a investigar con un pequeño equipo.
Entonces, parte de un punto de vista diferente...
La clave, lo que ha cambiado, es el punto de vista. En aquel momento todos los análisis que se hicieron fueron en clave interna: se describía un conflicto interno y se le daba una solución violenta. Era la percepción que había, porque en realidad no hubo una acusación. ETA (pm) acusó a la Policía española, pero fue la familia la que explícitamente acusó a los Bereziak, que luego se integraron en ETA (m).
Y, ¿por qué 30 años después?
En treinta años no han habido investigaciones definitivas. Ha habido intentos, pero ninguna investigación. Lo que hemos hecho es dar la vuelta al suceso, contar la historia en otra clave, con más referentes que la interna. Y era que la explicación de lo que ocurrió con Pertur sólo podía ocurrir en 1976, porque es el año que va desde la muerte de Franco a la reforma Suárez.
Un año clave...
Sí. Es un año en el que pudo pasar de todo; todo el mundo estaba tomando posiciones, los partidos no eran legales aún pero se aceptaban, los franquistas intentan mantener el poder... y en las ramas de ETA se plantea seriamente el tema de la lucha armada; en concreto, más en ETA (pm), y, más en concreto con Pertur como un poco el líder que planteó la prioridad de la vida política sobre la militar.
¿El documento Otsagabia?
Exactamente. Y todo eso en un conflicto interno. Pero ese año faltaba la percepción que había desde fuera de los movimientos que había dentro de ETA. Pero desde fuera no existía la percepción de que fue una cuestión interna, sino todo lo contrario. Es decir, Pertur es el superviviente de las caídas el año anterior de «El Lobo», es prácticamente el único dirigente con antecedentes de responsabilidades importantes. Y, por otra parte, se dan una serie de circunstancias como que se trata de un año en el que en Euskadi se libran varias guerras que no tienen relación entre sí.
Ahí entra la nueva visión que prevalece en el documental: el contexto político internacional.
Así es. Por una parte se cruza el conflicto del Sáhara. Los servicios secretos argelinos, al ver que España ha entregado el Sáhara a Marruecos, deciden desestabilizar la vida política española e interferir de lleno en la vida política con el entrenamiento de militantes de ETA. Y, en ese sentido, ocurrieron una serie de cosas en cuanto a la percepción que podía tener la inteligencia española de con quién se estaba enfrentando.
¿Es entonces cuando llegan los neofascistas italianos a los que alude el documental?
Detrás se esconde la ampliación de la «Operación Cóndor» de Pinochet a Europa y, en concreto, a Euskadi, que se materializa a través de una reunión que celebra el dictador chileno en Madrid, en el funeral de Franco, con el jefe de la DINA (servicio secreto chileno), que era el general Contreras, y un italiano que se denomina en clave como Alfa, junto a un policía español. Sistematizan todo un planteamiento en colaboración con los servicios de inteligencia españoles, con la Policía, para actuar contra ETA en el sur de Francia. Y este contexto da un perfil al caso completamente distinto al que podía haber. Además, en ese año en una semana se da la desaparición de dos policías, la fuga de Segovia, el secuestro de Berazadi, Montejurra...
¿Cómo llegan a la pista de los italianos?
Uno de los colaboradores del documental recordaba un artículo que publicó «El País» en 1984 en el que hacía referencia a los italianos. Sabíamos que habían estado en Montejurra, pero no más. Y a través de internet, escarbando, llegamos al conocimiento de que existía un sumario en Italia sobre neofascistas, y el sumario se llama así: «Contra ETA en el sur de Francia». Contactamos con el juez Giovanni Salvi, recuperó el sumario y tuvimos acceso a parte del mismo. Lo que se demuestra es que nunca hubo una investigación sobre el tema, y la que ha habido la han bloqueado.
¿Un sumario judicial en Italia?
Sí. En 1977 hay un neofascista, Pier Luigi Concutelli, que mata a un juez italiano y es detenido. Para el atentado utiliza una metralleta Ingrand o Marietta. Descubren con esta arma, llamando a EEUU a la fábrica, que pertenecía a una partida de tres metralletas compradas por la Brigada Central de la Policía española, y que el albarán estaba firmado por el comisario Conesa. Y tirando del hilo, el juez da con la conexión de los italianos con Pinochet, y consigue los archivos secretos de la DINA chilena que estaban escondidos en Argentina y en el que aparecían todos los datos de las actuaciones de los neofascistas italianos.
¿Y hay algo ahí sobre Pertur?
El sumario recoge las declaraciones de una decena de neofascistas, y todos coinciden en ratificar que estaban trabajando para sectores de la Policía española. Hablan sobre una serie de atentados perfectamente reconocibles, y dentro de esos testimonios hay uno que declara que Concutelli le había contado cómo habían secuestrado a un etarra al que habían narcotizado, lo habían trasladado a España y lo habían entregado a un grupo de la Policía española para que lo interrogaran y lo hicieran desaparecer. De confirmarse las declaraciones, sólo cabe que sea Pertur.