El FMI elegirá entre el candidato francés de la UE y el checo de Rusia
La sucesión de Rodrigo Rato al frente del FMI contará con dos candidatos. El apoyado por la UE, Dominique Strauss-Kahn, se encontrará con un candidato sorpresa apoyado por Rusia, el checo Josef Tosovsky, que disputa un puesto que tradicionalmente elegía la UE.
GARA |
El Fondo Monetario Internacional (FMI) deberá elegir a su próximo director general entre dos candidatos. Hasta el pasado 22 de agosto, el francés Dominique Strauss-Kahn, figura de peso del Partido Socialista y ex ministro de Finanzas era el único candidato, apoyado por la UE.
Tradicionalmente, en virtud de una norma no escrita, EEUU y la UE se reparten las direcciones del Banco Mundial y el FMI. Pero Rusia ha decidido meter baza presentando en el último momento a su propio candiato, el checo Josef Tosovsky. Ambos candidatos deberán presentar sus planes durante el proceso de selección que se prolongará durante varias semanas, pero los ataques ya han comenzado.
El pasado 25 de agosto, el director ejecutivo del FMI para Rusia, Alexei Mojine, puso en duda las competencias del candidato francés. «No hay nada en Strasuss Kahn que muestre claramente que tenga las cualidades técnicas para cumplir el trabajo», afirmó en una entrevista en «Financial Times», publicación que insistió el pasado martes con un duro editorial. «El Fondo necesita una persona intelectualmente fiable, pero nadie puede sostener que Strauss-Kahn sea el mejor cualificado en el mundo por su experiencia, su inteligencia y su formación», afirmó la publicación.
El candidato francés se presenta como «el candidato de la reforma» del FMI y apela al apoyo de los denominados «países emergentes» y a los países pobres asegurando que pretende reforzar su voz en el seno del Fondo. De hecho, actualmente se encuentra «en campaña» en Latinoamérica.
Strauss-Kahn, de 58 años, se ve como el abanderado de una izquierda «pragmática y eficaz». Fue candidato en las primarias de su partido en 2006 y derrotado por Seglone Royal. Ahora Nicolas Sarkozy apoya su candidatura, con lo que, de paso, alejaría a un posible rival tras una posible renovación del PS.
El candidato de Rusia
Por su parte, el checo Josef Tosovsky es un banquero de prefil discreto que ocupó el puesto de prrimer ministro a finales de la pasada década. Su única intervención ha sido un breve comunicado que saludó la candidatura como «un gran honor». Con 56 años dirige desde Suiza el Instituto para la Estabilidad Financiera, un organismo poco conocido depediente de los bancos centrales internacionales.
En su propio país, la candidatura ha sido acogida con frialdad. «No es el candidato de la República Checa», afirmó el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, que recordó el apoyo de su Gobierno al candidato de la UE. Sólo el expresidente Vaclav Havel, que hace 18 años lo eligió como jefe de Gobierno se felicitó abiertamente por su candidatura. Tras ese paso por el Ejecutivo se ha dedicado a la banca. Hoy no tiene afiliación política conocida. Fue miembro del Partido Comunista checoslovaco de 1976 a 1989, cuando lo dejó para dirigir el Banco Central de su país cuando entró en el ámbito capitalista. En medios económicos se le conoce como «prudente» y «competente».
En esta pugna que acaba de empezar, Estados Unidos no ha hecho públia su postura, pero ha calificado a Strauss-Kahn como un «candidato sólido». Sin embargo, en el seno de la UE, Gran Bretaña no ha mostrado su apoy a Strauss-Kahn, lo que molesta al resto de socios.
El representante ruso en el FMI y «Financial Times» han lanzado duras críticas contra el candidato francés, por no reunir «las cualidades necesarias para dirigir la institución». Gran Bretaña ha eludido apoyarle.
Strauss-Kahn se presenta como el «candidato de la reforma« del FMI, con lo que espera atraer el apoyo de los países emergentes. Además, se encuentra «de campaña» en Latinoamérica.
Los menos ricos reclaman profundas reformas. «Hay que acabar con esa regla que decide que tal puesto corresponde a tal país o tal región, porque no refleja el estado actual de fuerzas», piden los africanos.
Creado en 1945, el FMI, objeto de numerosas críticas , busca hoy nuevas misiones. Tras la Gran Depresión de los años 20 los gobiernos que lo constituyeron pretendían promover «la cooperación monetaria, la estabilidad de los cambios y facilitar el crecimiento equilibrado del comercio internacional». Está dirigido por un directorio de 185 gobernadores, uno por cada país miembro, que se reúne una vez al año. Sus recursos provienen de los estados miembros en función de su peso económico, lo que condiciona su importancia en el Fondo. Washington encabeza la lista con un 17,09%, segudio de Japón con un 6,13%, Alemania con el 5,99% y el Estado francés y Gran Bretaña con un 3,25% cada uno. Este reparto deja a los países más pobre fuera de la elección. Para ganarse su apoyo, el presidente del Eurogrupo, Jean Claud Juncker aseguró que el próximo director podría provenir de los países en desarrollo si éstos apoyan al francés. Juncker insiste en que «no dejará pasar la ocasión de reformar el FMI y cuando lo deje, estará orientado de acuerdo con los intereses de los países en desarrollo».