Raimundo Fitero
Negociador
Antagónicos en sus simbolismos representativos, los presidentes electos de Venezuela y Colombia aparecen juntos, abrazados fraternalmente, y la noticia que trasciende es que el presidente Chávez tiene el permiso del presidente Uribe para reunirse con representantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) con el fin de establecer puentes de intermediación entre las dos partes enfrentadas en el estado de Colombia. He visto la noticia servida desde casi todos los puntos de vista, es decir a través de canales internacionales de noticias lo que quiere decir que servida por poderosos grupos de presión ideológica, y en todos los casos se ha puesto en antena con absoluta naturalidad y dando el visto bueno explícito o implícito a este nuevo intento de negociación política entre Uribe y lo que se conoce como «la guerrilla».
Es más, el simple encuentro entre los dos presidentes de países vecinos, con unas políticas sociales y económicas claramente contradictorias, y su posterior difusión mayoritaria, ya es un claro síntoma de una voluntad marcada en encontrar vías de solución. Y el discurso de ambos mandatarios todavía más esclarecedor. Y digo todo ello con la boca pequeña, porque estas puestas en escena con los yanquis de convidados de piedra pueden acabar mal, o muy mal, pero de momento lancemos las campanas de la esperanza al vuelo y bien está que se reconozca que hay conflictos que solamente se pueden resolver de manera perdurable, con la negociación, y que para llegar a ella, debe existir buena voluntad e intermediación clara y aceptada por todas las partes.
En nuestro entorno también se ha hablado de negociación. Es más altos cargos del Gobierno de España han mostrado su decidida voluntad de interceder y ayudar a la negociación entre las partes. Pero claro, entre Sogecable y Mediapro, en la denominada «guerra del fútbol», que es la única que de verdad le interesa a este gobierno español tan despistado. Es más, se sabe de buena tinta, que Pepiño Blanco ha convencido a todos los del PSN para que no se den de baja de Canal +, que es a lo que ha venido. La militancia es relativa, pero que no se hunda más su grupo mediático.