El Alavés «post-Piterman» se estrena en casa tras una primera jornada en la que las cosas no le fueron bien.

El equipo albiazul saldrá hoy ante su afición con la intención de hacer olvidar ese tropiezo inaugural y, sobre todo, las últimas temporadas, en la que malos resultados deportivos y pésima gestión institucional han estado a punto de acabar con el club. El nuevo Alavés llega a Mendizorrotza y nada mejor que una victoria para confirmar que, efectivamente, ha comenzado una etapa nueva y radicalmente diferente a la anterior.

Diferente también a la mala tarde que le llevó a caer en Tarragona el pasado domingo y parecida, en palabras de Josu Uribe, al choque de pretemporada en el que derrotó al Racing. Ese es el equipo que quiere ver hoy el técnico, ante un Málaga que ha empezado con bastante mejor pie y que, de hecho, buscará hoy un segundo triunfo consecutivo que le mantenga en la zona de privilegiados.

Para evitarlo, Uribe alineará, pese a lo sucedido ante el Nástic, un once con muy pocas variaciones respecto al de la primera jornada. Es posible, incluso, que salte al campo con una alineación calcada, aunque tampoco hay que descartar que Sergio Rodríguez y Asier Arranz tengan la posibilidad de debutar con la camiseta albiazul, en detrimento de Natxo Garro y José María Mena, respectivamente.

Tampoco hay que descartar que el último fichaje gasteiztarra, David Aganzo, pueda disputar sus primeros minutos, pese a que lo tardío de su llegada ha impedido que haya podido trabajar con sus nuevos compañeros de equipo.

Tampoco se esperan cambios en el Málaga de un José Ramón Muñiz que ha calcado la convocatoria que le llevó al triunfo ante el Salamanca en la primera jornada. El técnico estudia, a lo sumo, la entrada de Apoño en sustitución de Baha, pese al buen momento que atraviesa el atacante blanquiazul.