Maite SOROA
Les negarán el pan y la sal
La persona que siga esta lupa de papel habrá podido comprobar la progresiva dureza del discurso de la derechona hispana contra el nuevo invento de Díez, Savater y Martínez Gorriarán. Les aplaudieron cuando jugaban a caballo de Troya en el PSOE, pero les van a negar el pan y la sal ahora que les perciben como un peligro.
Ayer en «El Semanal Digital» Santiago Abascal, dirigente del PP y otrora fan de los mentados, les zurraba con matices. Primero dejaba sentado que «cada uno tenemos nuestro partido y podemos militar en los movimientos cívicos que mejor respondan a nuestras inquietudes, pero convertir éstos en aquéllos debilita a la sociedad civil y siembra la sospecha sobre el resto del movimiento cívico que respeta aquello de `dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César'». Las cosas claras.
El presidente de la Asociación por la Unidad de España (o algo así) descalifica lo que llama «el invento de Savater» porque, entre otras cosas, «dice defender una política antiterrorista firme desde la descalificación del proceso de negociación de ZP y ETA que Savater (no Rosa Díez) apoyó casi hasta sus estertores».
Después advierte del peligro: «no se puede minusvalorar el daño que el nuevo partido puede causar al proyecto que dice defender, que con acierto -y algún que otro error, no lo ocultemos- viene defendiendo con nitidez el PP desde que ZP ocupó La Moncloa y se ocupó de España para deconstruirla». Ahí está la madre del cordero.
Y lo deja más clarito aún: «el desembarco de Rosa Díez puede hacernos creer el espejismo de que el daño se producirá exclusivamente en el seno del socialismo disgregador. Sin embargo, el PP no está libre de peligro (...) no podemos olvidar que Pro ya ha arremetido contra las hipotecas territoriales del PP, ha apostado por la reforma constitucional, arrebatando la idea al movimiento cívico vivo para revertir el proceso autonómico y devolver competencias al Estado. Y ése es un mensaje potente. Por ello, el PP (...) debe convertir el surgimiento de esta amenaza electoral que puede arañar los cuatro votos imprescindibles para acabar con Zapatero, en un acicate. Lo ha dicho el siempre visionario Jaime Mayor con claridad. Por eso, resaltemos contradicciones, denunciemos la frivolidad y la inconsecuencia (...)». No les van a dar ni agua.