Salhaketa revela la muerte de otro preso en la cárcel de Basauri
Salhaketa denunció ayer la muerte de un preso el pasado domingo en la cárcel de Basauri, presuntamente a causa de una sobredosis. Al hilo de este suceso, la asociación de apoyo a personas presas exigió al Ministerio Fiscal que proceda a investigar de oficio cada una de las muertes ocurridas en prisión o bajo custodia del Estado, así como toda denuncia por tortura, malos tratos o «cualquier tipo de incumplimiento de los derechos humanos».
GARA |
Un preso falleció el pasado domingo en la cárcel de Basauri, según denunció ayer primero el Colectivo de Apoyo a Personas Presas Salhaketa y más tarde confirmó la Dirección de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior. La información de Salhaketa apuntaba a que, al parecer, el recluso falleció a consecuencia de una sobredosis de droga.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias eludieron, en declaraciones a la agencia de noticias Europa Press, aportar más detalles sobre el suceso, aludiendo al «expreso deseo de la familia» de mantener al máximo la confidencialidad.
Con esta muerte, son ya 57 las personas que han perdido la vida en diferentes circunstancias «bajo custodia del Estado español o en intervenciones de sus Fuerzas de Seguridad a lo largo del año 2007, de las que dos lo habrían hecho en cárceles vascas, una en Langraiz el pasado marzo y la otra en Basauri el pasado domingo», según los datos aportados por el colectivo Salhaketa.
Con motivo de la muerte ocurrida en Basauri, la asociación de apoyo a presos pidió al Ministerio Fiscal que «investigue de oficio cada una de las muertes ocurridas en prisión o bajo custodia del Estado, así como cualquier denuncia por tortura, malos tratos o cualquier tipo de incumplimiento de los derechos humanos».
Además, Salhaketa considera «fundamental» la limitación del tiempo máximo de estancia en prisión a un máximo de quince años y el cumplimiento de las penas en la comunidad autónoma de origen.
El colectivo también demandó «la excarcelación de las personas presas que padezcan enfermedades graves crónicas e incurables, así como la subordinación del tratamiento penitenciario al tratamiento médico y/o psiquiátrico necesario para garantizar el derecho a la salud de las mismas».
Fin de la incomunicación
Salhaketa exigió el final del «hacinamiento y la masificación de los centros penitenciarios», y la eliminación de los regímenes de incomunicación y aislamiento que «constituyen un trato inhumano y degradante».
El organismo de solidaridad con personas presas ya presentó en diciembre del pasado año una denuncia ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbo por la aplicación del régimen de aislamiento al joven saharaui que se suicidó el 16 de diciembre de 2006 en la cárcel de Martutene. Salhaketa criticó que la medida, «totalmente contradictoria» con el tratamiento de reclusos con antecedentes de suicidio, fue adoptada después de que el fallecido hubiera protagonizado al menos tres tentativas de acabar con su vida.
En 2006, el número de presos fallecidos en cárceles de Hego Euskal Herria, o bien con residencia administrativa en este mismo territorio en prisiones del Estado español, se situó en diez.
Según los datos facilitados por Salhaketa, en lo que va de año han muerto dos personas en cárceles vascas y un total de 57 en el conjunto de las prisiones del Estado español.
Fuentes de la Dirección de Instituciones Penitenciarias confirmaron ayer la muerte del preso en Basauri, pero eludieron dar más información al respecto «por expreso deseo de la familia».