El estado del viñedo en Rioja augura una vendimia de alta calidad y menor cantidad
Los controles de maduración de los viñedos de la Denominación de Origen Calificada Rioja permiten augurar una vendimia de alta calidad, siempre en función del decisivo mes de setiembre.
GARA |
El estado de los viñedos en la Denominación de Origen Calificada Rioja presenta «un buen equilibrio entre los diferentes parámetros de color, acidez y grado alcohólico, lo que unido al buen estado vegetativo y sanitario del viñedo permite valorar positivamente las expectativas de calidad de la cosecha 2007».
Así lo explicó ayer el presidente del Consejo Regulador de la DOC Rioja, Víctor Pascual Artacho, quien matizó que el resultado final está condicionado a que un tiempo «favorable en las próximas semanas, decisivas para la calidad final del fruto».
El Consejo ha comenzado esta semana en todas las áreas de la DOC Rioja el seguimiento de maduración de la uva, para favorecer la obtención de la máxima calidad en los vinos elaborados. Pascual Artacho y el jefe de los servicios técnicos del Consejo, Domingo Rodrigo, indicaron en los viñedos de Oion que los resultados muestran «una evolución muy satisfactoria de la maduración de la uva, tanto desde el punto de vista vegetativo como sanitario, y la evolución de la maduración puede calificarse como correcta y ajustada en el tiempo a lo que sería el ciclo normal en la Denominación, aunque respecto a los últimos años presente un retraso de unos diez días». Aun así, en esos últimos años la vendimia solía adelantarse respecto a las fechas tradicionales.
La previsión actual es que la vendimia pueda desarrollarse entre la segunda semana de setiembre en las zonas más tempranas y finales de octubre en las más tardías, como suele ser tradicional en Rioja. De acuerdo con el informe realizado por los servicios técnicos del Consejo Regulador, la evolución general del viñedo hasta finales de agosto ha sido buena, tanto desde el punto de vista vegetativo como sanitario, destacando como incidencias más relevantes la suficiente cantidad de aporte hídrico para cubrir las necesidades del ciclo, gracias a las abundantes lluvias primaverales, y el importante ataque de mildiu del mes de mayo, cuya repercusión sin embargo será «poco significativa», ya que ha sido perfectamente controlado por la actuación de los viticultores.
Menor volumen que en 2006
Respecto al volumen de producción previsto para esta cosecha, ya a finales de junio, con los datos comparativos de los 110 viñedos de referencia controlados por el Consejo y valorando el número de racimos y tamaño, se deducía un potencial de producción inferior al año anterior tanto en variedades tintas como en blancas.
En general los racimos se han quedado con un número inferior de bayas y el número de racimos de gran tamaño es inferior a la campaña anterior.
Por ello se espera que, en su conjunto, la producción se sitúe en el entono fijado por el Consejo de unos 430-450 millones de kilogramos, dentro de su política de limitar los rendimientos para obtener una mayor calidad.
La evolución de la maduración hace prever un retraso de unos diez días en las fechas de inicio de la vendimia respecto a los últimos años, aunque coincidirán con el ciclo habitual en la Denominación.
Con racimos de menor tamaño y con un menor número de bayas en las viñas, el Consejo Regulador espera que la producción de este año baje y se sitúe en el entorno de unos 430-450 millones de kilogramos.