El general Petraeus sugiere una reducción de tropas en marzo
La próxima semana, el general David Petraeus, y el embajador en Irak, Ryan Crocker, tienen previsto presentar al Congreso un informe sobre la situación iraquí. En una entrevista a la ABC, Petraeus sugirió una reducción de tropas en marzo. «Mis recomendaciones tienen que tomar en cuenta las presiones que hemos puesto sobre nuestros servicios militares. Ese tiene que ser un factor clave», destacó.
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El general David Petraeus, jefe de las fuerzas militares de Estados Unidos en Irak, admitió que es posible que su próximo informe sobre la situación en el país incluya una reducción de tropas a partir de marzo del próximo año. En una entrevista con la cadena ABC, el militar señaló que la medida podría estar motivada por «las presiones de personal que sufre el Ejército».
Preguntado sobre si marzo sería el momento adecuado para empezar a reducir el número de efectivos con el fin de evitar mayores presiones y despliegues más prolongados, aseguró que estos «cálculos son bastante correctos». Afirmó también que no se siente intimidado por las presiones políticas.
«Ni el embajador Ryan Crocker ni el general Petraeus son los que decidirán qué se debe hacer. Ésta será una decisión que se tome en ambos extremos de la Avenida Pensilvania», sostuvo. En uno de esos extremos está el Congreso y en el otro, la Casa Blanca.
Reconoció que la situación en Irak es «muy peligrosa» y que «las bajas civiles son ciertamente demasiado altas».
Por otra parte, la citada cadena estadounidense manifestó, aludiendo como fuente de información a un alto cargo militar, que en diciembre podría comenzar una pequeña retirada de tropas para, cada 45 días, llevar a cabo otras reducciones hasta que el número de efectivos vuelva a ser de 130.000.
El presidente George W. Bush, mientras, siguió con su gira por Australia. Aunque su primer ministro le dio su total respaldo, el líder de la oposición subrayó que retirará las tropas en caso de que gane los comicios.
Estados Unidos tiene preparado un «plan de emergencia» para un eventual envío de tropas a Basora si el Gobierno británico decide sacar a sus militares de esta región, según desveló el general estadounidense Raymond Odierno.
Seis soldados estadounidenses han muerto y cinco han resultado heridos en ataques de la resistencia registrados en las últimas horas en Bagdad.
Dos militares murieron y otro resultó herido durante un operativo de castigo al este de la capital «para capturar y arrestar a insurgentes y a milicianos extremistas que actúan en esta zona», aseguró el Pentágono en referencia a Medina al-Sadr, inmensa barriada chiíta de la capital.
Bastión de Moqtada al-Sadr, el dirigente chiíta decretó hace una semana un alto el fuego de seis meses.
Horas antes, tres soldados murieron y dos resultaron heridos en un ataque de la resistencia con armas de tipo EFP, capaces de perforar los blindados, en la misma zona.
Un sexto soldado estadounidense murió en el oeste de Bagdad, lo que eleva a 3.738 las bajas mortales ocupantes desde la invasión.
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O´Malley (Universidad de Massachusetts) ha organizado una conferencia entre líderes chiítas y sunitas iraquíes en Helsinki y destaca que la expresión política de la resistencia es condición inexcusable para encauzar el conflicto.
¿Cuál es el resultado más destacado de esta conferencia?
El acuerdo firmado por los participantes destaca que ningún actor puede ser dejado de lado en un proceso de negociación, especialmente si recurre a la violencia. Hay dos alternativas, o lo integras desde el principio o le sigues marginando hasta que comprendas que es imprescindible que sea parte del proceso. Todas las partes deben estar implicadas en una negociación, también aquéllas que tienen las manos manchadas de sangre. Los iraquíes deben animar a los insurgentes a dar una voz política a su insurrección. En el norte de Irlanda, el IRA estaba dispuesto a expulsar a los británicos por la fuerza física. Paralelamente, Sinn Féin ocupaba el terreno político. Los insurgentes en Irak no tienen actualmente expresión política, nosotros no conocemos exactamente cuáles son sus reivindicaciones. Su combate debe pues articularse de manera política (...) Los vicepresidentes iraquíes deben ahora decidir si trabajan o no para que estos principios adoptados esta semana en Finlandia sean asumidos por todas las fuerzas políticas, con representación en el Parlamento o no.
Usted es especialista en los procesos de paz y de reconciliación en Irlanda y en Sudáfrica. ¿Qué lecciones se pueden extraer para el caso de Irak?
Las sociedades divididas están mejor preparadas para entender a otras sociedades divididas. Siempre tienen la tendencia a pensar que su problema es único, que son algo aparte. Salvando las distancias, su comportamiento es similar al de las víctimas de adición, que piensan siempre que son las únicas con este problema hasta el momento en el que deciden ir a una reunión de drogadictos, alcohólicos o ludópatas. El punto en común entre sudafricanos, norirlandeses e iraquíes son sus disposiciones sicológicas, la visión que portan sobre ellos mismos y sobre los demás, el prisma a través del cuál consideran al otro: sus percepciones se forman siempre en función del otro.
¿Cómo se puede, desde la perspectiva de un proceso de reconciliación nacional en Irak, reglar la cuestión de las influencias extranjeras?
Es un aspecto que nosotros no podemos tratar y hemos insistido desde el principio en el hecho de que esta cuestión excede a nuestra competencia (...) Lo cierto es que hay un mecanismo de autosugestión a través de la denegación por el que los dirigente iraquíes aseguran que todo es culpa de Al Qaeda y que, una vez que se haya acabado con Al Qaeda, asunto resuelto. Cuando los datos más fiables apuntan a que Al Qaeda es responsables sólo del 15% de los atentados. La verdadera dimensión del problema es la relación entre chiítas y sunitas y es de esto de lo que han comenzado a hablar en Finlandia. Es también la razón por la que la cuestión de los kurdos no ha sido abordada. Los chiítas y sunitas tienen mucho camino por delante, pero el espíritu del compromiso existe. Sin él hubiera sido imposible esta conferencia.
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