La fortuna ha vuelto a dar la espalda a Osasuna, que ya tiene un tercer jugador lesionado de gravedad. En este caso Igotz Garde, que ayer por la tarde pasaba por el quirófano, tras fracturarse el tobillo izquierdo durante el entrenamiento matinal.

Los servicios médicos rojillos han decidido esperar unos diez días antes de establecer el tiempo que necesitará el jugador baztandarra -que permanecerá ingresado hasta, en principio, el lunes- para recuperarse, pero todo parece indicar que permanecerá una buena temporada en el dique seco.

La lesión se produjo durante el entrenamiento que realizó la plantilla ayer en Tajonar. Los rojillos ensayaban centros desde la banda y remates a portería, cuando Garde saltó a rematar. En la caída se torció el tobillo y ya desde un principio se vio que podía tratarse de algo grave. Lamentablemente, las radiografías que le realizaron de inmediato en un centro hospitalario lo confirmaron: fractura-luxación del tobillo izquierdo. Por la tarde pasaba por el quirófano, donde se constató también la rotura del ligamento deltoideo. En definitiva, una grave lesión que, a falta de confirmación por parte de los servicios médicos -que esperarán a que se le retire la férula, en unos diez días, para realizarle nuevas radiografías-, le tendrá algunos meses apartado de los terrenos de juego.

Sin debutar

Nunca es un buen momento, evidentemente, para este tipo de percances, pero menos aún ahora. Tanto para el equipo que, con Josetxo sin acabar de recuperarse, sólo cuenta ahora mismo con dos centrales, como para, sobre todo, el propio Garde.

El defensor de Elizondo recibía en agosto, junto a sus compañeros de filial Jon Erize y Kike Sola, la buena noticia de su inclusión en el primer equipo rojillo. La lesión sufrida por Josetxo en San Mamés parecía, además, acercar el momento de su debut pero éste, lamentablemente, se hará esperar todavía una buena temporada.

Lo peor es que, con la de Garde, ya ascienden a tres las lesiones de gravedad en la plantilla navarra, con la temporada recién comenzada.

Hugo Viana, recién llegado a Iruñea, fue el primero en caer, al romperse el quinto metatarsiano del pie derecho el pasado 21 de julio, durante la concentración que realizaba Osasuna en Sabiñánigo y que le mantendrá de baja hasta, por lo menos, el próximo mes.

Menos suerte aún tuvo Javad Nekounam, que caía lesionado el pasado 14 de agosto, durante el partido amistoso que disputaban los rojillos en El Madrigal. El iraní se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lo que le condena a un período de baja de entre seis y siete meses. Osasuna, de hecho, decidió no inscribir al centrocampista en la Liga.

Igotz Garde es, por ahora, el tercero y, con suerte, el último de esta lista, aunque Ricardo, Corrales y Josetxo también sufren problemas físicos. Afortunadamente, los tres podrán estar disponibles, en principio, para la reanudación de la Liga.