«12» y «Heya Fawda» han puesto punto y final a la Mostra
«12», del cineasta ruso Nikita Mijalkov, y «Heya Fawda», de los árabes Yousef Chahine y Jaled Yousef, han sido las últimas películas poryectadas en esta 64 edición del festival de la Mostra de Venecia. Por otro lado, Manoel de Oliveira ha exhibido en la sección fuera de competición Maestros Venecianos, «Cristovao Colombo-O enigma», filme que narra la impotancia histórica del marine fallecido. Hoy se dará a conocer, finalmente, el ganador del León de Oro.
GARA | VENECIA (ITALIA)
El cineasta ruso Nikita Mijalkov y los árabes Yousef Chahine y Jaled Yousef han enseñado en la Mostra de Venecia sus mundos. «12» y «Heya Fawda» han puesto así punto y final a la sección de competición de la Mostra, que hoy sábado dará a conocer cuál de las 23 películas proyectadas es la ganadora este año del León de Oro a la mejor película, en la ceremonia que se celebrará a las 19.00 hora local.
El director ruso opta por segunda vez al León de Oro la Mostra de Venecia, tras conseguirlo en 1991 por «Urga, el territorio del amor». También, ganó un Óscar a la mejor película de habla no inglesa por «Quemado por el sol», en 1994.
En su reciente cinta muestra «importantes asuntos humanos», los mismos temas que también trataron Dostoievski, tolstói o Chéjov. Mijalkov ha basado su última obra, «12», en «Twelve angry men» (traducida al español como «Doce hombres sin piedad»), de Reginald Rose. Con «12» ha proyectado un retrato de la Rusia actual. El trasfondo de la película lo forman: la guerra de Chechenia, el terrorismo, la corrupción, las mafias y la necesidad de hacer algo para cambiar la situación.
En «Twelve angry men», un jurado de doce hombres tiene que decidir sobre la culpabilidad de un sospechoso. En el proceso van apareciendo diferentes motivaciones que cada uno de los hombres encargados del dictamen tiene para emitir su veredicto. En «12», el acusado, un chechén, es la disculpa para traer en la película otros reos, que van desde los fantasmas personales a los monstruos reales de cada miembro del jurado, pasando por las convenciones sociales. La película plantea que, sea cual sea la decisión final, los doce hombres tendrán que hacer frente a una responsabilidad. Si el acusado representase a Rusia, la película de Mijalkov podría leerse como un llamamiento para que cada ruso se enfrentase a su responsabilidad.
En «Heya Fawda», de los egipcios Chahine y Yousef, ocurre lo mismo. La sociedad tiene que enfrentarse a un policía corrupto y a su poder despiadado.
Hatem (Jaled Saleh), el agente de policía, está obsesionado con su vecina Nour (Mena Shalaby), que es la única capaz de plantarle cara. «En el largometraje se muestra el destino de los ciudadanos, que tienen tan poco que decir en la forma en que el país esta dirigido. Despojados de casi todo -educación, medios de comunicación, etc.-, sufren una fuerte represión de las autoridades», declara el octogenario Chahine.
Las dos películas son una reflexión sobre la necesidad de la democracia, según comentan los directores. Mijalkov habla de la democracia en el «el sentido más primitivo», en el de «que cada persona decida por sí misma». Chahine lo hace con un pensamiento más político «basta observar la miseria en la cual vive la mayor parte de las familias para comprender que en toda autocracia es el que paga el precio más elevado».
Final de la competición
El maestro del cine portugués y decano de directores, Manoel de Oliveira, de 98 años, ha dado una nueva muestra de vigor con su última obra, «Cristovao Colombo-O enigma», con la que ha llevado su tesis de que Colón era luso a la mismisíma Italia, país que defiende con uñas y dientes ser la patria almirante.
Exhibido en la 64 Mostra de cine en la sección fuera de competición Maestros Venecianos, «Cristovao Colombo-O enigma» se basa en un libro de Manoel Luciano da Silva y su esposa, Silvia Jorge da Silva, en el que se abona la teoría de que Colón nació en Cuba, una villa de la región lusa del Alentejo.
El libro también sostiene que el nombre del navegante era un seudónimo de Salvador Fernandes Zarco, hijo natural del duque de Beja e Isabel Gonçales Zarco, teoría incompatible tanto con la de que Coló era genovés, como defiende Italia, como con la de que era español, que también tiene sus incondicionales. «Para los italianos era italiano, para los españoles, español, y para mí, es portugués», dijo de Oliveira.
«Estoy convencido de que cuando llegó a la isla antillana le dio el nombre de su lugar de origen, por eso tenemos dos Cubas, la del Alentejo y la de Fidel Castro», insistió.
El filme combina en sus 70 minutos la aportación de datos documentales con la reconstrucción histórica, acargo de actores, de la emigración lusa a América y la pasión juvenil de los Da Silva por el origen de Colón. «Fue difícil de rodar porque teníamos muy poco presupuesto. Esta película es un milagro», reconoció de Oliveira.
Por otra parte, el director mexicano Jonás Cuarón debuta en este festival con dos propuestas muy distintas: un innovador largometraje, «Año uña», a base de fotos fijas y un cortometraje de vocación combativa en favor de las ideas de la periodista Naomi Klein.
El largometraje «12», del ruso Mijalkov, se ha creado basándose en la película de Reginald Rose, «Twelve angry men». En ambas existe un jurado que debe tomar una importante decisión respecto a la vida de un sospechoso.
La procedencia de Cristobal Colón es un enigma histórico, aunque Manoel de Oliveira se ha encargado, con su filme «Cristovao Colombo-O enigma», de mostrar un Colón portugués en Italia.