«Creyeron estar en tierra y cayeron como piedras en una zona muy tranquila»
Diez inmigrantes magrebíes, la mitad de ellos jóvenes de entre 16 y 20 años, murieron ahogados ayer al saltar de la patera que ocupaban junto a otras seis personas junto a la costa de Agüimes (Gran Canaria) al creer que estaban en la orilla cuando encallaron sobre una roca.
GARA |
Esta nueva tragedia de inmigrantes en situación irregular que se juegan la vida para intentar llegar a Europa en busca de un futuro mejor se produjo en la playa de Risco Verde, una zona muy tranquila de Agüimes, en la costa este de Gran Canaria, en la que no hay ni oleaje ni corrientes y, además, en una jornada con buenas condiciones meteorológicas.
El resultado fue de diez personas fallecidas y otras seis detenidas horas después cuando deambulaban por el municipio tras haber alcanzado la costa a nado. La patera a bordo de la cual navegaban había partido uno o dos días antes de la costa de Marruecos.
«Cayeron al mar como piedras», relató el jefe de los submarinistas de la Guardia Civil española que participaron en las tareas de rescate, Juan Ortega Machín, al explicar cómo los inmigrantes se ahogaron cuando creyeron que habían tocado tierra con su barca, pero se encontraban sobre una roca rodeada de dos metros de profundidad marina y a unos veinte metros de la orilla.
La voz de alarma la dieron a as 5.40 horas de ayer los vecinos de la plaza de Risco Verde, que escucharon gritos y avisaron a los servicios de emergencia.
Según el sargento Ortega Machín, la tragedia se produjo cuando la patera «llegó, tocó tierra con la proa, y creyeron que habían llegado», pero en realidad estaban encima de una roca de basalto, «en el vértice de una U invertida».
«Creyeron que estaban en tierra firme, pero cuando saltaron de la patera se encontraron con una profundidad de dos metros de agua y a 20 metros de la costa», señaló, y en una zona que es «una auténtica piscina».
«Es una lástima que en un sitio así se produzcan tantas muertes», se lamentó Ortega, quien aseguró que las tareas de rescate habían resultado sencillas ya que los cadáveres «estaban todos juntos», unos flotando y otros en el fondo.
A juicio de la Guardia Civil, la tragedia no se produjo «necesariamente» porque los fallecidos no supieran nadar, sino porque «después de un viaje así, llegan entumecidos, cansados, cargados de ropa, y caen al agua como piedras, sin posibilidad de defensa».
En 2007, ya han muerto más de un centenar de personas al intentar alcanzar las costas de Europa.
El siniestro másgrave ocurrió el 19 de julio. Ese día más de 50 inmigrantes desaparecieron en aguas del Atlántico cuando una ola hizo volcar a 98 millas de Tenerife la embarcación en la que viajaba más de un centenar de personas.
Un mes después, el 19 de agosto, trece personas fallecieron al naufragar la patera en la que viajaban 24 inmigrantes, al sureste de Fuerteventura.
Cuatro de los seis inmigrantes que sobrevivieron a la tragedia de ayer en Gran Canaria fueron trasladados a centros de salud y hospitalarios aquejados de cuadros de hipotermia e hipoglucemias.
SOS Racismo denunció la «indiferencia, el desinterés y la invisibilización» que rodean a tragedias como la de ayer. Subrayó que pese a que el Gobierno de Madrid pregone que es un «éxito» el descenso del número de embarcaciones que llegan desde África, «no podemos seguir cayendo en el cinismo y mirar para otro lado ante una realidad cada vez más trágica, que la sociedad y, especialmente, la clase política tratan con indiferencia».
A su juicio, las cifras de embarcaciones hundidas y personas fallecidas son un pequeño atisbo de la realidad, «ante el desconocimiento y la `invisibilización' de ese drama y sus protagonistas, cuyas muertes acaban cayendo en la mayor de las indiferencias». Denunció el fracaso de la «externalización» del control represivo de los flujos migratorios en los países de origen o de tránsito y abogó por la apertura de fronteras y el impulso de la contratación en origen.
El presidente canario, Paulino Rivero, afirmó que si el Estado español no es capaz de garantizar la seguridad de las fronteras se impulsar medidas para que muera menos gente en el mar es que «ha fracasado el modelo de Estado» propio del siglo XXI y «esta sociedad».
El litoral de Risco Verde es zona muy escarpada en la que suelen registrarse fuertes corrientes que pudieron provocar el vuelco de la patera después de que se acercara a la costa guiada por la luz del Faro de Arinaga.