La Asamblea de Pueblos contra la instalación del Macrovertedero del Perdón (Erreniega) ha organizado en Undiano el «Día del Perdón: por la vida de los pueblos y contra el vertedero», una fiesta de carácter reivindicativo que se celebrará el día 15 de este mes, sábado, coincidiendo con las fiestas de la citada localidad navarra.

Según explicaron ayer los convocantes a través de una nota de prensa, el programa festivo de esa jornada está pensado «para que acudan gentes de todas las edades», e invitaron «tanto a vecinos y vecinas de los pueblos afectados, como a personas solidarias y amantes del medioambiente» de otros pueblos.

A este respecto, adelantaron que las actividades comenzarán a las 11.00 horas con una demostración de siega a hoz y a máquina, a la que seguirá un almuerzo para los participantes de la demostración y los espectadores. A mediodía se iniciará una marcha contra el vertedero desde los campos hasta el pueblo, y para saciar el hambre tras la caminata, a las 14.30 se celebrará una comida popular autogestionada en el frontón cubierto de esta localidad.

Desde la Asamblea de Pueblos contrarios al vertedero, recuerdan que el proyecto «ocuparía un millón y medio de metros cuadrados de la ladera norte del Perdón», y que su capacidad sería superior en un 50% al que ocupa el pantano de Eugi.

30 años funcionando

Destacan, asimismo, que está proyectado que esté funcionando durante 30 años, «con un impacto paisajístico brutal, ya que se vería desde toda la cuenca». En esta misma línea, denuncia que «produciría graves afecciones de contaminación y tráfico a los pueblos cercanos».

La Asamblea, tras el pronunciamiento en contra del vertedero del Ayuntamiento de Cendea de Zizur, exige que la empresa REAM retire el proyecto o bien espera «que el Departamento de Medio Ambiente entierre el proyecto para siempre en el más profundo de los archivos». Por ello, anuncia que seguirá con sus actividades reivindicativas hasta conseguir este fin.

Su objetivo es claro; defender el derecho de los pueblos de la comarca «a vivir en paz, tranquilidad, sin la amenaza de que las promotoras y constructoras impongan sus ansias de ganancia».