Tras tres años de silencio, Bin Laden disipa los rumores sobre su suerte
Tres años después de su última aparición pública, el líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, arremete en un vídeo contra EEUU en vísperas de los ataques del 11-S. EEUU no duda de la autenticidad del mensaje y de la fotografía aparecida en varias web islamistas. Una imagen en la que Bin Laden aparece con una poblada barba negra, teñida con hena, y símbolo, según la corriente salafista a la que pertenece, de movilización para el inminente combate.
Habib TRABELSI |
El nuevo mensaje de vídeo de Osama Bin Laden, el primero desde hace tres años, ha echado por tierra las dudas y rumores sobre la suerte del considerado líder de la red Al Qaeda, y confirma, según varios expertos árabes, que seis años después de los atentados del 11 de setiembre, sigue siendo una amenaza.
En los extractos difundidos por un centro estadounidense de seguimiento de webs islamistas, el Instituto SITE, el hombre más buscado del planeta se dirige «al pueblo americano» y amenaza con intensificar la lucha para poner fin a la ocupación de Irak.
En el vídeo, difundido en parte por Al Jazeera, el cincuentenario Ben Laden aparece rejuvenecido. Vestido a la manera tradicional, su barba, habitualmente canosa, aparece inusualmente poblada y teñida con hena negra.
«El líder de Al Qaeda ha querido poner fin a las especulaciones sobre su suerte», asegura Azzam Tamimi, presidente del Instituto sobre Pensamiento Político Islámico de Londres.
«Muchas personas, entre ellas su brazo derecho, Ayman al-Zawahiri, el mulah Dadulah (dirigente talibán muerto en marzo) y el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, habían asegurado que estaba vivo. Y hete aquí que Osama reaparece», añade este analista palestino.
Estética de guerra
«En el fondo, Bin Laden amenaza implícitamente al pueblo estadounidense por haber reelegido a Bush. En la forma, la barba teñida con hena negra es un signo de guerra; la escuela salafista, a la que pertenece Bin Laden, no autoriza este teñido sino en caso de movilización para la guerra», recuerda.
Para el también analista y palestino Jamal Ismail, director del Centro de Información Al Quds, organismo privado con sede en Islamabad, «tras su ausencia mediática, Bin Laden quiere asegurar a sus partidarios de que sigue vivo, en buena salud y con la moral muy alta (...) Su largo silencio había suscitado interrogantes entre sus admiradores, más cuando al-Zawahiri se ha explayado al menos ocho veces desde la última manifestación mediática de su jefe».
Salah Jauda, un analista que vive en Washington, sostiene que Bin Laden «no sólo muestra que está vivo y bien, sino que sigue de cerca la actualidad internacional con sus referencias al cambio climático, a la crisis financiera y a la elección de Sarkozy».
Jauda observa, además, en su mensaje una «amenaza contra el pueblo estadounidense por haber votado dos veces por Bush, lo que a sus ojos justifica una nueva agresión».
Los servicios de inteligencia estadounidenses no albergan dudas de que el que aparece en el vídeo es el propio Bin Laden. Su silencio era justificado hasta ahora por sus seguidores en la red por cuestiones de seguridad o porque estaría preparando operaciones de envergadura. Estas webs recogían ayer mensajes de felicitación por la reaparición de su líder.
Un kamikaze a bordo de una furgoneta cargada de explosivos logró penetrar en un cuartel de la Marina argelina dejando un saldo provisional de 28 muertos y decenas de heridos, muchos muy graves.
El ataque tuvo lugar en Dellys, pequeño puerto de la Cabilia, a 70 kilómetros al este de Argel.
La furgoneta servía para aprovisionar al cuartel. Su conductor habitual fue secuestrado horas antes del atentado y suplantado por el kamikaze, según la investigación. La furgoneta explotó en el interior del cuartel, compuesto por estructuras prefabricadas que se desplomaron por la potencia de la deflagración.
La región de Dellys, en la Cabilia, ha sido escenario de varios atentados en los últimos años. La cercana y boscosa montaña de Sidi Ali Bunab es considerada como un bastión islamista desde la insurrección armada de 1991 tras el golpe de estado militar.
Este ataque tiene lugar dos días después del atentado suicida contra el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que dejó 22 muertos, y a pocos días del inicio del Ramadan, que los islamistas armados consideran propicio para la yihad.
El Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, rebautizado como la Sección de Al Qaeda en el Magreb, reivindicó los atentados suicidas de Argel (30 muertos) y de Lakhdaria (10 muertos) el 11 de abril y el 11 de julio, respectivamente. La Policía asegura que este grupo habría formado una brigada de kamikazes entre los jóvenes del maquis, entre ellos el hijo de Ali Belhadj, antiguo número dos del Frente Islámico de Salvación (FIS).
